Archivo por meses: noviembre 2017

Cataluña no es Kentucky

Esta mañana, Juanmari enlazaba el artículo publicado por Josep Costa, quien, según he leído, se presenta por la lista de Junts per Catalunya en el número 17 de la provincia de Barcelona. El dato no tiene nada que ver con lo que comentaré, pero es para situaros en el contexto de su artículo: «¿Catalunya, la Kentucky de Europa?«. Cierto. Cataluña no tiene nada que ver con Kentucky, así que mejor no fijarse demasiado, salvo en unas cuantas cosas de su artículo:

1.«Nos habíamos creído que Europa era otra cosa, y a la hora de la verdad Catalunya ha resultado ser más europeísta que las élites de la UE.«. O sea, para variar y tal y como está demostrando Puigdemont día sí y otro también: o me das la razón o no vale, que para algo somos los depositarios de la virtud.

2.«Desde tiempo atrás, las élites de la UE —en connivencia con el nacionalismo español—, han impuesto el discurso que la división de un estado miembro no es posible y que, en todo caso, comportaría la salida de la Unión del territorio que se independice«.

Por partes, que el tema tiene su miga:

a) Cuando Romano Prodi, en nombre de la Comisión Europea, emitió la famosa respuesta a la pregunta formulada por Eluned Morgan, afirmando, entre otras cosas que: «Cuando una parte del territorio de un Estado miembro deja de formar parte de ese Estado, por ejemplo porque se convierte en un Estado independiente, los tratados dejarán de aplicarse a este Estado. En otras palabras, una nueva región independiente, por el hecho de su independencia, se convertirá en un tercer Estado en relación a la Unión y, desde el día de su independencia, los tratados ya no serán de aplicación en su territorio«, lo hizo en connivencia con el nacionalismo español. Claro que esa respuesta es de 2004. O sea, que el pérfido nacionalismo español tuvo la portentosa capacidad de prever el futuro y redactó la respuesta de Prodi.

b) Había más partes para este punto 2, pero en verdad que no vale la pena, además que apunto algo más abajo, en el apartado 5.

3. «Sea como sea, la negación de la posibilidad de admitir nuevos estados nacidos dentro de las propias fronteras no deja de ser indicativa de la clase de Europa que se está construyendo.

El profesor Barto Fassbender ya ha empezado a plantear con lucidez esta reflexión. 

(…) Y los Estados Unidos de Europa existirán el día que, entre otras cosas, la división de un estado miembro no ponga en duda la pertenencia de los estados resultantes en la federación. Para decirlo en términos más técnicos, será cuando la secesión pase a ser una partición.«

Oh, sí. Bardo Fassbender. Uno de los juristas digamos que «comprensivos» con el secesionismo y a los que se agarran como sea. Supongo que Costa se refiere a esta entrevista en Vilaweb: «Si entenem Europa com una federació, canviar una frontera interna no hauria de ser complicat«. La cuestión es que igual soy yo, pero me parece que Costa, al citar a Fassbender, sugiere que este es favorable a la teoría de la «ampliación interna», esa que dice que Cataluña, en caso de secesión, sería automáticamente miembro de la Unión.

Si uno se lee atentamente la entrevista, Fassbender no dice eso. Es más, en un artículo suyo que traducía Vilaweb en noviembre de 2013, leemos: «És cert que, en el cas d’una secessió d’Espanya, Catalunya no romandria «automàticament» a la UE. Mentre que Espanya, malgrat la minva de territori i població, mantindria la seva pertinença a la UE, Catalunya –malgrat la seva condició antiga d’estat propi fins al segle XVIII- seria, en funció del Dret Internacional, un estat nou sense cap mena de lligam contractual amb la UE.’«

Si os leéis el resto del artículo de Fassbender, enuncia una serie de argumentos por los que, en su opinión, en caso de secesión sería razonable no exigir el acceso por la vía ordinaria, sino que habría que tener en cuenta otros factores. Pues muy bien. Pero NO DICE QUE EL ESTADO RESULTANTE DE LA SECESIÓN pertenezca, de manera automática, a la Unión Europea, como sugiere Costa.

4. «Kentucky es el estado número 15, de los Estados Unidos, el primero que nació de la partición de una de las 13 colonias —en concreto Virgínia— que se habían de independizado de Inglaterra unos 16 años antes. Su admisión a la Unión…«. Aaaahhh, que pidió su admisión. Y yo, inocente de mí, creía que había ingresado de forma automática en los Estados Unidos. Pues parece que no, que tuvo que ser admitido por el Congreso de los Estados Unidos. Sorprendente. Por descontado, ya me contaréis qué tiene que ver la separación de Kentucky de Virginia, producida hace más de doscientos años, con la situación actual. Si es que me da igual cómo y de qué manera accedió Kentucky a la condición de Estado y cómo ingresó en los Estados Unidos de América.

Y eso que la Constitución de los USA dice (artículo 4, sección tercera): «El Congreso podrá admitir nuevos Estados a la Unión, pero ningún nuevo Estado podrá formarse o erigirse dentro de los limites de otro Estado, ni un Estado constituirse mediante la reunión de dos o más Estados o partes de Estados, sin el consentimiento de las legislaturas de los Estados en cuestión, así como del Congreso.«

Que yo no sé cómo va eso de la Constitución USA y no entiendo gran cosa de su derecho constitucional. Pero da la impresión de que esa cláusula otorga al Congreso el poder de admitir nuevos Estados. Y que se requería, en caso de ‘secesión’, el consentimiento del parlamento del Estado que sufría la ‘secesión’ y , por descontado, del Congreso USA. O sea, un procedimiento en que se mostraban varios consentimientos y no una DUI.

Y mirad qué suerte tengo. Que me meto en la Biblioteca del Congreso y me encuentro esto: «An act declaring the consent of Congress that a new state be formed within the jurisdiction of the Commonwealth of Virginia, and admitted into this Union, by the name of the state of Kentucky«. 

¡Ostras! Si el acta dice que la Legislatura de Virgina consiente que el distrito de Kentucky se constituya como nuevo Estado. Y que los delegados de Kentucky solicitan el ingreso con efecto de 1 de junio de 1792. Y también consta el consentimiento del Congreso (Senado y Cámara de Representantes) de los USA. Buenooooo… Kentucky se parece a Cataluña…

Se parece en nada. Hay que ver la de documentos extraños que me he leído con esto del ‘procés’. El saber no ocupará lugar, pero tiempo quita un rato. [Nota: espero haberme olvidado de esta investigación en un par de días. Mi cerebro es de espacio limitado y esto, la verdad, no me suscita demasiado interés]

5. «La viabilidad de lo que el profesor Neil McCormick (que llegó a ser eurodiputado del Partido Nacional Escocés) popularizó como «ampliación interna» parece que —ahora más que nunca— será la prueba del 9. Si la UE quiere avanzar en la unidad europea, antes o después tendrá que contemplar la partición de un estado miembro. De lo contrario no será nunca una verdadera unión democrática de ciudadanos.«. Otra vez: lo que quiere el autor es que el Derecho y las instituciones se plieguen a sus deseos. Lo de la ampliación interna carece de recorrido fuera de los autores secesionistas. Nadie -o casi nadie- acoge esta tesis.

Lo explicó muy bien Don Gregorio Garzón Clariana hace casi cuatro años:

«En general la successió d’estats, com he dit abans, és complexa i hi ha diverses solucions, però per a aquesta hipòtesi concreta s’ha de dir que la pràctica és gairebé uniforme. I quina és la solució? Doncs, la solució és que l’estat membre que pateix una secessió continua sent membre de l’organització –si no desapareix del tot, aleshores la qüestió ja és una altra hipòtesi que ja no és la secessió, naturalment– i, en canvi, l’estat producte d’aquesta secessió hi ha de demanar l’adhesió seguint els procediments habituals«.

También escribí este ladrillazo en abril de 2014: «El informe nº6 del CATN y las supuestas vías de integración en la Unión Europea«. Hasta tiene recopilación de bibliografía. [Algún enlace no funciona, como los vídeos que enlazan a Gregorio Garzón. Me da pereza arreglarlo, pero es fácil encontrar ‘googleando’ un poco]

6. Casi acabo. Esta se la dejo en bandeja a Álex, tras su último comentario en la anterior entrada: «Unidad y democracia requieren debilitar las fronteras internas y reforzar la condición de ciudadano europeo«.

7. «Construir una UE democrática exige tender hacia una unión federal, y no lo seremos hasta que Catalunya pueda ser como Kentucky.«. Pues nada, tal y como se ha visto en el punto 5: a seguir el procedimiento. Que consiste en obtener el consentimiento del Estado matriz, el acuerdo de los diputados o representantes de la hipotética Cataluña surgida de una secesión legal y obtener el consentimiento de la Unión Europea, tras seguir los cauces legales que sean precisos según la Unión. Ahí es nada. Esta vez no me quejaré ni criticaré, al contrario. Me muestro conforme, hasta con un punto de entusiasmo, por la adhesión al procedimiento, al consentimiento y el abandono de la unilateralidad. Se propone -más o menos- reformar la Constitución, establecer unas reglas decentes para un hipotético referéndum, aceptables para todos, y, además, en caso de lograr la secesión, solicitar a la UE la admisión que es lo que, salvando las enormes distancias de más de doscientos años, hizo Kentucky. Pues no falta nada para que Cataluña sea Kentucky. El objetivo es ambicioso, no lo negaré.

CONCLUSIÓN. Por supuesto que el caso de Kentucky ni tiene que ver ni me interesa, pese a las horas que he invertido en ello. El único interés es el de verificar, como no puede ser de otra manera, que el secesionismo se agarra a los supuestos que sean, por muy inaplicables que resulten y lejanos en el tiempo, forma y modo. Qué más nos da a todos lo que pasara en Kentucky y qué hicieron. Nos da a todos igual, hasta al autor del artículo, y carece de cualquier interés. No sirve de antecedente para nada.

El tema es sacarse argumentos de la chistera uno tras otro: de Eslovenia a Kentucky y de Sebastopol a la Embajada de Ecuador en Londres. Sin ton ni son.

No, Cataluña no es Kentucky.

[Si queréis saber algo más de la ‘Admissions Clause’ de la Constitución USA -hay que tener ganas-, algo sencillo parece que se puede leer aquí. Os lo podéis ahorrar. De verdad.]

EDITO: Escribo rápido y cuando acabo los artículos suele ser tarde. Me olvido fragmentos importantes. Como este comentario de Juan, que me llevó a investigar sobre el «asunto Kentucky»:

«(…) El lema de Kentucky (que conozco bien, porque viví allí varios años) es precisamente “United we stand, divided we fall” (=unidos nos mantenemos en pie, divididos caemos). Si a cualquier americano de Kentucky, que lleva a sus niños a una escuela donde a diario hacen una promesa de lealtad (Pledge Allegiance) le dices que son un ejemplo de secesión, creo que alucinaría en colores.«

A continuación, una imagen obtenida con la ayuda de Google.

 

Comparaciones odiosas

Esta mañana, después de bastantes días, me he decidido a escuchar RAC1 y, en concreto, el programa de Jordi Basté. Pensaba que, con el tema un poco apaciguado, escucharía algo más moderado que de costumbre o, incluso, una entrada de programa distinta al ‘procés’. Grave error por mi parte.

Basté, cuyo programa de radio es escuchado por centenares de miles de catalanes, ha emitido el siguiente discurso en  «El davantal«, que es el nombre que recibe su filípica diaria:

«Llegeixo literalment del digital ElMon.cat: “El Tribunal Constitucional ha refermat aquest dimecres la decisió de deixar en suspens la condemna de presó als assaltants de la Blanquerna l’11 de setembre de 2013. En la interlocutòria, els magistrats consideren que no suspendre la condemna ‘podria tenir perjudicis irreparables que farien perdre l’empara de la seva finalitat per afectar al valor fonamental de la llibertat’.

A més, el Tribunal Constitucional té present, per suspendre la condemna, que els sentenciats pel Tribunal Suprem tenen un fill petit”.

Oriol Junqueras: un fill i una filla menors d’edat.

Joaquim Forn: dues filles.

Carles Mundó: tres fills menors d’edat.

Meritxell Borràs: dos fills (un, menor d’edat).

Dolors Bassa: un fill.

Jordi Turull: dues filles (una, menor d’edat).

Josep Rull: dos fills menors d’edat.

Raül Romeva: dos fills menors d’edat.

Jordi Sànchez: dos fills menors d’edat, una filla menor d’edat.

Jordi Cuixart: un nadó de mesos.

8 polítics a la presó, 2 activistes sense judici fet. 20 fills. Aquí dins no hi ha “perjudicis irreparables”? Però què és aquesta indecència que no aguanta cap comparació?

En fi. Una desesperant vergonya.«

Para el discurso, que lleva por nombre «Comparaciones indignantes«, Basté se basaba en esta noticia de Elmon.cat, firmada por Quico Sallés.

Ahora, vamos a por las comparaciones odiosas. Tan odiosas que, lamentablemente, Basté ha demostrado que es capaz de arengar a centenares de miles de personas de oídas -su fuente es Quico Sallés, o sea, que de oídas-, de no contrastar fuentes -con lo fácil que es leerse los autos del TC- y, sobre todo, de realizar comparaciones que, es cierto, no se aguantan. Pero no se aguantan por lo que sugiere Basté, sino que se debe a la simple dejadez (fiarse de Sallés), por pura ignorancia (no tomarse la molestia de leer los autos) o, quizás, solo quizás, por la deliberada intención de indignar a la audiencia con desinformación.

El primer error, por supuesto, es comparar la prisión provisional, que responde a unos determinados parámetros jurídicos, con la suspensión de la ejecución de la pena privativa de libertad derivada de una sentencia firme. No son lo mismo, esto es evidente. Tampoco vamos a entrar aquí en los miles de sutilezas diarias con que se encuentran los profesionales del Derecho, cualquiera que sea la posición que ocupen (jueces, fiscales y abogados), y que, por arte de magia, parece conocer cualquiera que, por primera vez en su vida, se ha interesado por los presupuestos de la prisión provisional o de la ejecución una pena de prisión. Así que vamos al meollo de la cuestión.

PRIMERO. Dice Basté -basándose en Sallés- que «el Tribunal Constitucional tiene presente, para suspender la condena, que los sentenciados por el Tribunal Supremo tienen un hijo pequeño«. ¿De verdad? ¿Qué?

Tras leerme por encima los seis autos, con relación a «hijos», lo único que se lee en uno de ellos es esto, en el segundo párrafo del Antecedente I del Auto dictado en el recurso 3218-2017. Para que os hagáis a la idea, en los «Antecedentes» de un Auto se resumen los trámites procesales hasta el momento (fulanito fue condenado, interpuso recurso, ahora vuelve a hacerlo, etc) y, a veces, se explica sucintamente el contenido de los escritos. Eso exactamente es lo que se hace en el Auto, al explicar el contenido de la demanda de amparo (lo que conocemos como recurso de amparo) de uno de los condenados por el asunto Blanquerna:

«En la demanda de amparo se solicita por otrosí la suspensión de la resolución judicial impugnada en lo relativo a las penas privativas de libertad impuestas al recurrente, argumentando que de la ejecución se derivan perjuicios irreparables si se estima el recurso de amparo, siendo inexistentes los perjuicios para terceros o el interés general, ya que concurren las circunstancias de que el recurrente está en libertad, tiene 30 años de edad, un hijo de dos años y medio, trabajo estable desde 2015, carece de antecedentes penales, los hechos enjuiciados datan de septiembre de 2013, sin existir dilaciones indebidas imputables al penado, el excesivo rigor de las penas impuestas atendidos los hechos, que se trata de penas cortas privativas de libertad inferiores a cinco años, la satisfacción de las responsabilidades civiles, la satisfacción y reparación de los daños inmediatamente a la instrucción de la causa en el año 2013, su arraigo familiar y la condición de que es padre de un hijo de corta edad cuya madre también está condenada en esta causa y que siempre ha estado a disposición del tribunal sentenciador. Por escrito registrado en este Tribunal el 3 de octubre de 2017, se reiteró la solicitud de suspensión.«

Sí, amiguitos, como podéis leer en el párrafo reproducido, o, directamente, en el Auto, lo que hace aquí el TC es explicar el contenido del escrito presentado por la defensa del recurrente. O sea, que Basté hace pasar a su audiencia que el contenido del escrito elaborado por el abogado de uno de los recurrentes se imbrica en la resolución de tal modo que «el Tribunal Constitucional tiene presente, para suspender la condena, que los sentenciados por el Tribunal Supremo tienen un hijo pequeño«.

Por supuesto, como podéis imaginar, si buscamos en los Fundamentos Jurídicos (página 4, hasta el final) alguna valoración sobre el hecho de tener un hijo de corta edad, no la encontraremos.

SEGUNDO. El Auto sí explica lo siguiente sobre su doctrina -por cierto, bastante más antigua que el ‘procés’ (p.ej: Auto 31/2007, de 12 de febrero, F.J. 2º, al final)- acerca de la suspensión de la ejecución de la pena privativa de libertad:

«…este Tribunal ha establecido que en el marco de los recursos de amparo la decisión que debe adoptar de suspensión de las resoluciones judiciales que imponen penas privativas de libertad constituye un juicio complejo en que hay que tomar en consideración diversos factores como son (i) la gravedad y naturaleza de los hechos enjuiciados en atención al bien jurídico protegido y su trascendencia social; (ii) la duración de la pena impuesta; (iii) el tiempo que reste de cumplimiento de la misma; y (iv) la concurrencia de riesgos sobre la efectividad de la acción de la Justicia y la posible desprotección de las víctimas. Entre estos factores, este Tribunal ha destacado que tiene especial relevancia el referido a la duración de la pena impuesta, pues es un criterio que expresa de forma sintética la reprobación que el ordenamiento asigna al hecho delictivo —la importancia del bien jurídico tutelado, la gravedad y trascendencia social del delito— y, en consecuencia, la magnitud del interés general en su ejecución. Así, este Tribunal ha adoptado como una directriz general que la pena se sitúe por encima o por debajo de la frontera de los cinco años de prisión, por ser el límite que ha establecido el propio legislador penal para diferenciar entre las penas graves y las menos graves (art. 33 CP) (así, por ejemplo, AATC 52/2017, de 18 de abril, FJ 1, o 35/2017, de 27 de febrero, FJ 2).«

Resumido: que si la pena (o la suma de las penas) es inferior a cinco años de prisión existen bastantes posibilidades -a valorar junto con los demás factores- para que se suspenda la ejecución del ingreso en prisión. Por supuesto, habrá casos en que sí y algún otro en que no, pero aquí no se dice nada de los hijos como factor de valoración. En cualquier caso, la suspensión derivada de un recurso de amparo no es una novedad ni se ha inventado ahora.

La cuestión siguiente es la aplicación de la doctrina del TC al caso concreto (y la aplicación es la misma para todos los casos, con hijo o sin hijos; porque, como podréis leer en todos los Autos del TC, el tema del hijo solo es mencionado en un caso):

«En el presente caso, de acuerdo con lo también defendido por el Ministerio Fiscal, concurren los requisitos que exige la jurisprudencia constitucional para otorgar la  suspensión de la ejecución en cuanto a las penas privativas de libertad y las penas accesorias a las establecidas legalmente para la imposición de las penas privativas de libertad. Su ejecución puede ocasionar al recurrente perjuicios irreparables que harían perder al amparo su finalidad tanto por afectar al valor fundamental de la libertad como porque el resto de circunstancias concurrentes en el caso permiten apreciar que la suspensión no ocasiona una perturbación grave a un interés constitucionalmente protegido ni a los derechos fundamentales o libertades públicas de otra persona. Al margen de la perturbación de la función jurisdiccional que en sí mismo entraña la suspensión de la ejecución de una resolución judicial, no se acreditan riesgos ciertos sobre la efectividad de la acción de la Justicia, ya que el recurrente ha estado a plena disposición de los órganos judiciales, que no adoptaron ninguna medida cautelar de naturaleza personal durante la tramitación de la causa que permita ahora concluir que el eventual aplazamiento en el cumplimiento de la pena que implica una suspensión mientras se tramita el recurso de amparo pueda hacer ineficaz el pronunciamiento condenatorio en caso de ser rechazado el recurso de amparo. También consta que se ha hecho frente al pago de las responsabilidades civiles fijadas y hubo lugar a la aplicación de la atenuación de reparación del daño«.

Como aprecia cualquiera que se tome la molestia de leer el Auto del TC en lugar de la noticia publicada por Quico Sallés, aquí el asunto del hijo no aparece. Del mismo modo que no aparece en los demás Autos de los otros recurrentes, cuya motivación jurídica es idéntica.

Y lo que sí aparece es aplicación jurídica de una doctrina constitucional consolidada -que puede tener excepciones, matices o diferencias, que es algo que pasa cada día en los Juzgados y Tribunales- que Basté nos quiere hacer pasar por «indecencia que no aguanta comparación alguna«.

CONCLUSIÓN. Como decía, el asunto de la prisión provisional o la suspensión de la ejecución de penas de prisión de Sentencias firmes ha sufrido una multiplicación enorme de «expertos» capaces de valorar todos y cada uno de los múltiples matices en que se basan. Normalmente, ignorando doctrinas consolidadas -como la del TC, que seguro puede tener excepciones; los penalistas más experimentados podrán explicar de todo- para hacerlas pasar como la mayor de las «indecencias», trato discriminatorio y no sé cuántos lloros más.

Quizás, lo principal, para evitar comparaciones odiosas destinadas a desinformar sería leer las fuentes con las que uno construye sus discursos, que serán creídos sin rechistar por centenares de miles de oyentes.

Quico Sallés como fuente. Destacar frases que los profesionales del Derecho recitan de manera maquinal «…perjuicios irreparables que harían perder su finalidad al Zzzz… Zzzz…» como si fueran el descubrimiento de una civilización. Exponer argumentos que no constituyen la base de la resolución no leída. Todo para seguir con el discurso victimista y desinformado.

Por favor, si tienen que quejarse de trato discriminatorio e indecente, al menos léanse los Autos del TC. Ya no digo que los lean bien y no los distorsionen. Al menos, que los lean. No es pedir demasiado. Así, evitarán que se diga que el secesionismo es un gran y enorme manual de autoayuda basado en la manipulación y la desinformación. Que equivocarnos, nos equivocamos todos. Pero que sea después de leer y no de oídas. Se evitarán comparaciones odiosas. Desinformantes. Incorrectas. Y cuyo efecto es inocular un inventado -al Auto me remito, junto con la lectura de Basté- sentimiento de agravio.

EDITO: Los seis Autos están disponibles en la web del TC, más una nota de prensa.

Un enorme manual de autoayuda

Estos últimos días compruebo que surgen nuevos matices, útiles para definir el  movimiento secesionista: un enorme y mediocre manual de autoayuda. Seguro que muchos recordaréis aquel gráfico, retuiteado por Cotarelo, en que un secesionista se había dedicado a relacionar apoyo al secesionismo y nivel de estudios, conforme a los datos que resultaban la última encuesta del CEO. Cuanto más alto nivel de estudios, mayor apoyo a la secesión, de donde se extraía, según los difusores del gráfico, de forma explícita o implícita, que eran los más listos los que apoyaban la secesión. No hace falta explayarse en que nivel de estudios e inteligencia no siempre van asociados; ni mucho menos que nivel de estudios y ver la realidad tampoco van juntos.

La cuestión, en cualquier caso, era que la inteligencia superior asociada a los estudios superiores daba una supuesta elevación de espíritu al separatismo. Sin embargo, ahí está la realidad para desmentirla, como esta captura de Whatsapp que os pongo. Está tomada de un grupo en que predominan los estudios universitarios, incluso mandos superiores de empresas. Ya es mala suerte: pese a su alto nivel de estudios necesitan enormes dosis de manual de autoayuda y que les orienten en sus vidas. Juzgad vosotros mismos el texto y decidme si alguien con dos dedos de frente no diría «qué porquería es esta» en lugar de atestar el chat con brazos musculados y signos de aprobación.

La captura tiene este formato casi cuadrado porque, por pereza, la he hecho desde el ordenador y no directamente del móvil.

Esto es lo que circula en los grupos de los más listos. Mensajes de autoayuda, para conservar la moral y animarlos, para que estén «Tranquis i a votar«. Pues vale. ¡Ah! Si yo fuera el director de Diari de Girona o Albert Soler celebraría que me incluyeran en un mensaje de este nivel, en un grupo de Whatsapp de nivel, con tantas aprobaciones de personas de nivel. Puro manual de autoayuda que se toman absolutamente en serio.

Más autoayuda. Esta mañana, el ilustre tuitero @toppertorpe me alegraba el día con este artículo, titulado «I si resulta que no s’ha fet tot tan malament?«. La respuesta, claramente, es que sí, que se ha hecho fatal o peor. Para que no digan que me muevo por prejuicios, lo he leído y me he encontrado algunas frases que pueden ser incluidas en el manual de autoayuda.

«De fet, hi ha qui sosté que s’ha fet tot malament, que el que s’ha fet no ha servit per res i que en qualsevol cas s’està pitjor que abans de començar. És un relat fals. Perquè avui en dia l’Estat està més deslegitimat que mai i els partidaris de la independència segueixen augmentant«. Para ser un Estado «deslegitimado» hay que ver la cantidad de países que lo han deslegitimado reconociendo la secesión de una parte de su territorio. A ver… creo que era ¿Gambia? ¿O era un fake que se tragó la mitad del separatismo? Y que los partidarios de la independencia «siguen aumentando«. ¿De dónde sale eso? ¿No será una frase para dar moral?

«Però potser convé tornar a reflexionar sobre el fet que Catalunya estigui intentant fer una cosa que mai no s’ha fet: aconseguir la independència de forma democràtica, cívica i pacífica enfrontant-se a un estat que s’hi resisteix amb mètodes autoritaris i violents. No hi ha, en efecte, precedents d’un estat democràtic occidental en què una demanda d’autodeterminació tan àmpliament majoritària no s’hagi pogut dirimir democràticament. Aquí hi tenim una gran anomalia.«. Varias cosas. En primer lugar, según el texto, Cataluña = separatistas. A estas alturas, como bien sabemos, los demás no somos Cataluña. Esto es recurrente. En segundo lugar, lo de la forma democrática. Repetid conmigo: setenta y dos diputados derogaron la Constitución y el Estatuto de Cataluña en la infausta jornada del 6 y 7 de septiembre de 2017. Se cargaron el principio de jerarquía normativa. Se atribuyeron un poder total y absoluto, en que los ciudadanos catalanes quedamos desprotegidos en todos y cada uno de nuestros derechos. Forma democrática, sí. El día que lea cómo alguien es capaz de argumentar sólidamente -sin inventos- que los setenta y dos diputados ostentaban un poder constituyente que les autorizaba para cometer semejante atropello, me callo. Mientras tanto, me contendré diciendo que de forma democrática, nada de nada. Pero nada. El mayor disparate jurídico jamás visto, perpetrado ante nuestros ojos, no fue democrático. Eso sí que fue una anomalía. De tamaño natural.

«Una democràcia és essencialment un règim polític en què el poder públic es basa en el consentiment dels governats. Quan es basa en l’ús de la força, la repressió i l’amenaça, com ara mateix a Catalunya, no hi ha democràcia.«. Pues aplíquese lo explicado en el anterior párrafo.

«Catalunya està intentant fer una cosa que no s’ha aconseguit mai perquè Espanya s’està comportant de forma diferent a tots els estats democràtics occidentals que s’han trobat en la mateixa situació. Està responent amb la força a una demanda popular majoritària. El que pretén fer el bloc del 155 tampoc no ha tingut èxit mai en cap país comparable«. Otra vez, Cataluña = separatismo. Qué manía. Lo cierto, como todos sabemos en este blog, es que el separatismo no ha intentado siquiera seguir los cauces constitucionales. Ni siquiera ha respetado el Estatuto de Cataluña, el Reglamento del Parlamento de Cataluña ni al mismo Consell de Garanties Estatutàries. Eso sí que no lo ha hecho nadie en otra democracia occidental.

«De l’anterior se’n deriva que no hi ha manual d’instruccions per fer la independència ni cas que serveixi de referent.  No hi ha cap fórmula màgica, ni cap garantia que el camí triat en cada moment sigui el correcte. Ni molt menys que sigui el més curt. D’això cal ser-ne conscient, i no obsessionar-se amb els fulls de ruta o amb els terminis.«. Lo traduzco: como no tenemos la mayoría social necesaria que apoye la secesión, vete tú a saber cómo podemos lograr que una minoría imponga su voluntad a los demás. Además, como no pensamos seguir ninguno de los caminos procedimentales que deberíamos seguir, porque son complicados, complejos y difíciles, lo haremos como nos parezca mejor cada vez. O sea, creando procedimientos ad hoc. O sea, generando inseguridad jurídica. Lo anterior es lo que lee alguien cuyo sentido crítico no haya quedado anulado. Si el lector busca autoayuda, con la frase «D’això cal ser-ne conscient, i no obsessionar-se amb els fulls de ruta o amb els terminis.» tendrá suficiente. No necesitará más explicación.

«Ara toca estar preparat per quan arribi l’hora sense saber quan serà.«.  Esta frase…  Como ha escrito otro tuitero, es puro milenarismo y anuncio de la inminencia del Juicio Final, como esos tres o cuatro posibles días del «Fin del Mundo» que hemos vivido; recuerdo que un par de veces salimos de copas «por si acaso«. Seguidores del secesionismo, confiad en vuestros líderes, que no estáis mucho para pensar y necesitáis frases sencillas, vacías de contenido, que sirven para todo y para nada. No lo digo yo, lo dicen quienes escriben esta clase de artículos, como los que conminan a no preguntar nada a los muertos de Marta Rovira, no sea cosa que alguien se dé cuenta de que no es verdad, de que no encaja un solo dato y que todos los «mediadores» supuestamente conocedores de los hechos han negado lo que dijo Rovira.

«L’èxit d’un moviment independentista serà sempre, però especialment en un context democràtic, una funció de dos processos: la deslegitimació de l’estat existent, i l’acumulació de legitimitat del que es vol constituir. «. De verdad, ya me estoy cansando. Más frases vacías. Puestos a acumular «legitimadad», la próxima vez no atropellen todas las normas habidas y por haber. Como sugerencia.

«Pel mateix motiu, el 27 d’octubre no haurà estat inútil. Era impossible saber en quines condicions es podia declarar la independència amb èxit sense haver-ho intentat. Tot el que s’ha fet ha servit per això i per estar més preparats per fer el pas efectiu.«. Y final: qué más da lo que sucediera el 27 de octubre. Si nos mataban a todos (pfffff), jugada maestra. Si no nos mataban (pffffff), jugada maestra. Si se emitía una #realfakeDUI, jugada maestra. Si se intentaba la secesión, aun sabiendo que no había nada preparado ni existía una mayoría social, jugada maestra. Fue una #realfakeDUI de entrenamiento, amiguitos: jugada maestra. ¡Ah! Me falta el chiste fácil con este párrafo: hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.

CONCLUSIÓN. Lo que más me entristece es comprobar cómo el mensaje secesionista se nutre de autoayuda para negar la realidad. De ser incapaz de encararla y afrontar las enormes complejidades que encierra una hipotética secesión.

Un paseo por la opinión secesionista

Esta mañana me he decidido a leer algunos artículos de opinión del ‘ARA’, a fin de comprobar los parámetros por los que se mueve el pensamiento secesionista. Más que buscar autocrítica -siempre difícil-, buscaba alguna verdad. Todavía más difícil que la autocrítica.

Tomemos como ejemplo este artículo de Miquel PuigNotes sobre el procés (22): on som i on anem«), aparentemente una persona seria y cabal, de solidísima formación intelectual, a quien, a priori, podríamos escuchar o leer, aunque se discrepe de su opinión totalmente. Os lo adelanto: otro que vive en un mundo interior onírico, rellenado con alguna falsedad, digo, imprecisión, autoindulgencia y el clásico blablabla secesionista. Y eso que este es de los serios. Y qué comenta en su artículo:

1. «Els costos de transició. Molts diuen que la marxa de seus empresarials posa de manifest que els economistes favorables a la independència havíem estat mentint. Fals. Els costos de transició abans i després de la independència van quedar clars en el cas escocès, i són negligibles.(…) Pel que fa als costos després de la independització, havien estat estudiats, calculats i comunicats pel govern britànic amb l’ànim de convèncer els escocesos que votessin no. Existeixen, però eren molt, molt petits.«

Que dice Puig que en el caso escocés -que vete tú a saber para qué nos sirve en nuestro supuesto- los costes de transición eran insignificantes, que habían sido estudiados, calculados y comunicados por el gobierno británico y que existen, pero eran muy, muy pequeños.

Será que de inglés voy muy mal, pero por tomar un «coste de transición», vamos a ver qué decía el Gobierno de Su Majestad sobre «The Border Effect» o Efecto Frontera, en este documento preparado con ocasión del referéndum escocés, titulado «Scotland analysis: Macroeconomic and fiscal performance«.

En su punto 3.17 leemos: «Taking the lower end of the estimates suggests that exports from an independent Scotland to the continuing UK would be 83 per cent lower after 30 years than if Scotland were to remain a part of the UK. Exports from the rest of the UK to Scotland would be 77 per cent lower. Migration flows could fall below ten thousand per annum in both
directions, compared with average rates of over 40,000 people per annum in recent years«.

Al cabo de 30 años, un descenso de las exportaciones del 83%. Un efecto muy, muy pequeño, sí. Y eso sin contar con las consecuencias a corto plazo, que de hecho ya estamos viendo.

Por cierto, que estas consecuencias del corto plazo, la marcha del domicilio social (y fiscal) de empresas, según Puig, son fruto de: «El que estem experimentant no són els costos de transició d’una independització, sinó les conseqüències de la nefasta gestió de l’1-O per part del govern espanyol: la policia exercint violència però sent incapaç de controlar el carrer«.

Si os parece que la relación causa-efecto establecida por Puig carece de lógica, a mí también.

2. «Els presos, a casa. (…) Posem-nos a la pell del jutge belga que ha de decidir sobre el lliurament de Puigdemont i els seus col·legues a la justícia espanyola. L’advocat li presenta la carta pública que han signat un centenar llarg de professors de dret penal i en què afirmen que és manifest que els acusats no han comès els delictes de sedició i rebel·lió de què els acusa el fiscal; que és manifest que l’Audiència Nacional no és competent per jutjar-los; i que és manifest que l’aplicació de la presó preventiva no estava justificada.

No cal que es tracti d’un jutge amb vocació d’estrella, ni que tingui animadversió a l’estat espanyol, ni simpaties per l’independentisme. No pot lliurar els perseguits perquè és lliurar-los a l’abús. (…)«.

Ah, oh, sí. En Bélgica, según Puig, los jueces deciden conforme a las cartas o manifiestos que firmen especialistas en Derecho Penal y no según la aplicación -sea cual sea- de la Ley en conciencia. No tengo ni idea de lo que hará el Juez belga. Desconozco la lógica interna belga. Pero si decide por una «carta», será que la justicia belga es propia de un país bananero. O quizás no decide en función de una «carta». En fin.

3. «Balanç d’una etapa. Estem en la transició entre dues etapes. L’anterior tenia per objectiu la realització del referèndum de l’1-O, i ha acabat amb l’aplicació del 155.

(…)

En definitiva, que la cosa va per llarg, que aquesta vegada ens en podem sortir perquè l’Estat no té les mans lliures, i que per aconseguir-ho ens cal seduir bastants compatriotes.«

No estoy muy de acuerdo con el tercer párrafo de Puig. No puedo decir que aquí se explaye con disparates, aunque la forma con que se expresa (los puntos suspensivos) resulte más que cuestionable. Lo que ya me aburre es lo de «seducir» a «compatriotas». Por mi parte, prefiero a «conciudadanos», que refleja mi vis pejiguera y un tanto impertinente. Y lo de seducir… SeducirPersuadir a alguien con argucias o halagos para algo,  frecuentemente malo«.

4. «Estratègia per a la nova etapa. La batalla que ara encetem serà de trinxeres, no apta per a impacients. Tindrà dos fronts, el judicial i l’electoral.

(…)

En paral·lel, a partir d’ara cada elecció serà un referèndum sobre la independència. Ho serà perquè ens el prendrem com a tal i perquè el món -ara sí- ens mira. Un diputat finlandès que segueix l’actualitat catalana ha piulat “Si els secessionistes catalans guanyen les eleccions, significa que la República es consolida”. És ben bé això.«

A ver. A finales de 2017, ¿no da un poco de vergüenza escribir que «cada elección será un referéndum de independencia«? ¿Es que no ha aprendido nada de la experiencia vivida hasta ahora? ¿O es que escribe en plan «caramba, Miquel, si es que para escribir esto y mandarlo a redacción es que tienes un valor que no veas; bueno, como se publica en el ARA, seguro que alguien escribe que lo has clavado. Jejeje«? Por otra parte, atención con la cita de la opinión del «diputado finlandés que sigue la actualidad catalana» y su tuit. Imbatible.

5. «Desar les estelades. Tardà va ser el primer que ha lamentat que l’independentisme hagi abandonat la senyera en mans dels unionistes.«.

Aaaaahhhhh, oooooohhhhhh, que después de utilizar como signo exclusivo y excluyente la ‘estelada’  resulta que te fastidia que quienes no comparten tu fe usen un símbolo que habías abandonado, precisamente para distinguirte de la chusma, uy, perdón, de quienes no comparten tu ideario, quienes, jodidos malvados de ellos, resulta que han salido a la calle con la senyera. Porque la senyera es tuya, claro.

CONCLUSIÓN. Seguiré sin leer las opiniones secesionistas. Viven en un mundo aparte, sectario, excluyente y alejado de la realidad. Con estos mimbres, ya me diréis para qué seguir escuchándolos o leyéndolos. Anda, volvamos a leer a Ignacio Vidal Folch.

EDITO: Me había olvidado este artículo de Marcel Mauri (Òmnium), también en el ARA, y que no hace falta leer. Destaco este párrafo: «Des del civisme, el respecte i els valors democràtics, una part majoritària de la ciutadania de Catalunya ha demanat per activa i per passiva, fins a 18 vegades, un referèndum pactat amb l’Estat«. A ver, que todos nos equivocamos y cometemos errores. Pero no puedo con tanta pobreza y deshonestidad intelectual.

Vendo Opel Corsa

Un poco de humor. Es verdad que las risas proporcionadas por los del «no estábamos preparados para la República» son bastante grandes.  Son profesionales de la risa.

También existe humor no profesional, como el testimonio gráfico que descubrí ayer mientras estaba parado en un semáforo en rojo. En mi ciudad es bastante habitual que el mobiliario urbano, y más de un inmueble, aparezca empapelado con los pasquines de «libertad presos políticos» y mensajes de ese tipo, con una tipografía y formato característico, como todos sabemos.

Pues bien, estaba en el coche esperando la fase verde del semáforo cuando un pasquín llamó mi atención, no sé exactamente el motivo: el formato era el mismo, la tipografía muy parecida, había algo que no encajaba… y el mensaje distinto. Un poco distinto, eso debía ser:

Un poco de humor no está mal: «Vendo Opel Corsa«. Jajaja.

Edito para malpensados: no he sido yo. Estoy en contra del deslucimiento del mobiliario urbano. Claro que difícilmente se puede censurar colgar un cartel encima de otro que ya deslucía el mobiliario urbano. Pero no, no he sido yo.

Edito de nuevo: en un inusitado ataque a la libertad de expresión y libertad de empresa, alguien ha arrancado el cartel. 😀 😀 😀

Apoteosis del cinismo

Hoy se publica en Diari de Girona un artículo firmado por Josep López de Lerma titulado «La gran estafa«, que ilustra bastante bien el contenido de los tuits que os reproduzco.

No me voy a explayar en comentarlos porque, como advertí y reiteré hace unas semanas, es inútil intentar hallar un relato coherente y sólido entre el secesionismo, que no es sino un movimiento repleto de arribistas que adaptan su argumentario según el viento que sopla o las necesidades del momento concreto.

Una aclaración previa: esta clase de frases que destaco en negrita, que contienen una crítica nada amable, soy capaz de sostenerlas en persona. Una cosa es escribir tras la comodidad de la pantalla y otra defenderlas en persona: tras asistir a una Asamblea (??) en que, quizás, la correlación de fuerzas era ciento cincuenta frente a uno y ser capaz de seguir defendiendo mi postura, tranquilos que cuento con una prueba empírica de lo que digo. Sigo.

  1. «Se podía haber explicado mejor«. Siempre podemos mejorar, está claro. A veces, cuando con el paso del tiempo leo algún escrito complejo, pienso: «esto lo podías haber escrito de este otro modo«. Sin embargo…sin embargo… al igual que me pasa con algunos de los monumentales artículos que están en la Historia del Blog, por lo general, lo que me sucede con esta clase de artículos complejos es que pienso: «…caramba, Javi, cuánto sabías cuando escribiste este artículo / esta demanda…«. Es decir, llegas a la conclusión de que cuando realizaste ese trabajo te dedicaste tan a fondo que: a) es difícilmente mejorable; b) lo estudiaste tanto que sólo serías capaz de repetir tanto nivel si le dedicases una increíble cantidad de horas. Por lo que se conoce, el secesionismo no invirtió demasiadas horas en cimentar su DUI.
  2. «La declaración no pretendía ser un acto jurídico de las instituciones autonómicas«. Ahhh, qué sutileza: la vía de Kosovo. Los diputados del Parlamento de Cataluña no actuaban como diputados, sino como unos tipos que se autoatribuían una representación de «Cataluña» (como todos sabemos, los separatistas son «Cataluña» y el resto, pues no; clásico argumentario nacional-populista) surgida de no se sabe dónde y, por lo tanto, su poder no emanaba de las elecciones autonómicas del 27-S sino de… esto… de… de la sala anexa al hemiciclo, que otorgaba poderes especiales a quien la pisaba. Lo que se viene llamando un golpe de Estado, vaya, con escenografía del año 2017.
  3. «Una declaración de independencia es un acto político y depende solo de su efectividad y del reconocimiento interior y exterior que obtiene«. O sea, que todas las pseudoLeyes inventadas por el Parlament de Catalunya los días 6 a 8 de septiembre de 2017 eran PURA INVENCIÓN y su intención principal, teniendo en cuenta lo que dice de la efectividad y del «reconocimiento interior» -y la realidad por todos conocida- era lograr que una minoría se impusiera a la mayoría.

He tachado los tres puntos (tenía más) anteriores porque, amiguitos, razonar y argumentar  contra el secesionismo NO SIRVE DE NADA. Unos tipos declaran la independencia -de forma fake a la vez que real- y sus promotores SON INCAPACES de aguantarla más de un minuto, así que la solución es tirar por «bueno, es que no era exactamente lo que se dijo». Por eso MODIFICAN argumentos: para justificar todas sus incongruencias, que a la vez adornan con más incongruencias. Y yo que creía que la #realfakeDUI había sido declarada, al menos para sus partidarios, a cargo del Parlament de Catalunya… Pues resulta que no, que no era el Parlament, sino un grupillo al margen del Parlament. Claro que, si no era el Parlament, sino otra cosa, entonces,  no me explico la razón por la que Costa, en su artículo de 29 de octubre de 2017 (citado en la entrada de la #realfakeDUI) escribía: «Cal veure quins seran els pròxims moviments del Govern i del Parlament«. A ver, que estoy hecho un lío: ¿había que esperar a ver los próximos movimientos de un Parlamento que no había declarado la independencia, porque esta se había pseudodeclarado FUERA del Parlamento y, por lo tanto, no había sido el Parlamento? Caramba, qué lío; no tengo claro que la pregunta tenga lógica interna. En fin.

Cinismo, del que hoy me he servido de los anteriores tuits, del mismo modo que podríamos utilizar cualquiera de las muchas y delirantes cadenas pseudoargumentales que leemos a diario. No vale la pena buscarle coherencia al discurso secesionista: podría tenerlo -si se esforzaran, claro, pero eso cuesta tiempo-, pero no lo tiene. Tampoco vale la pena articular un discurso crítico: ¿cómo te pones a cuestionar un discurso del que hoy te defienden una tesis y mañana la contraria? Claro, en su mundo interior, ganan siempre, por supuesto.

Así, que mientras tanto, me vuelvo a mi cubículo, a seguir con lecturas que espero me resulten más provechosas (por si a alguien le interesa o coincide: «Sangre, Sudor y Paz«; «What is Populism?«; «El final del desconcierto«; «Escucha, Cataluña. Escucha, España«)

Xavier Arbós contra la mentira

La fase actual del ‘Procés’ me aburre: del estudio del Derecho Constitucional y el Derecho Internacional, que son materias muy ‘limpias’, de construcción teórica, a veces con graves dificultades para ser llevadas a la práctica, pasamos a la rama de mayor sordidez, el Derecho Penal. Como han surgido cientos de especialistas en Derecho Penal y Procesal Penal, verdaderos e inventados a golpe de tuit, me relevo de más análisis sobre una materia que prácticamente nadie conoce bien, como son los delitos de rebelión y sedición. Habrá que esperar a su caracterización jurisprudencial.

Así que me fijaré en lo que toca en esta fase crepuscular del ‘Procés’: pasar algunas cuentas con quienes han alimentado las mentiras y falsedades de que se ha nutrido el público secesionista. Lo curioso del caso es que, además de quien suscribe, también tiene ganas de pasar cuentas alguien tan moderado, prudente y moderado como Xavier Arbós, Catedrático de Derecho Constitucional. No es de extrañar, teniendo en cuenta que Pilar Rahola escribió en Twitter eso de que «no se cansaba de hacer daño». El corte que incluyo lo conocí a través de e-noticies. Arbós, en un momento del programa de 8aldia en que participaba, se alza contra las mentiras independentistas y cita explícitamente una entrevista a Amadeu Altafaj en Vilaweb de 8 de septiembre de 2015.

Con Amadeu Altafaj nos hemos reído más de una vez en el blog, así que no es una novedad. Lo gracioso viene al recuperar la entrevista y leer una cuantas frases, con cuyo contenido extravagante no me extraña que Arbós recuerde la entrevista – difusión de mentiras.

La primera mitad de la entrevista de Altafaj, vista en retrospectiva, sólo puede leerse de dos maneras: o era una sarta de mentiras (indudable), o el entrevistado articuló un discurso que a él le parecía lógico, pese a carecer de toda lógica. Con vosotros, diez recortes de la entrevista.

Recorte 1. Titular.

Recorte 2. Mantenerse en la UE automáticamente.

Recorte 3. Todo preparado para mantenerse en la UE (como las «estructuras de Estado», supongo).

Recorte 4. Adhesión coincidente con la proclamación de la independencia.

Recorte 5. La salida de la UE como espantajo (no sé, ¿os dice algo ‘Tajani’?).

Recorte 6. Todo el mundo tenía claro el «full de ruta», hasta los «SOCIOS EUROPEOS».

Recorte 7. Canales «informales» de relación con la mayoría de gobiernos europeos.

Recorte 8. La Comunidad del Anillo asumía el carácter «plebiscitario» del 27 ese.

Recorte 9. Países comprometidos a reconocer la secesión: sonrisas y complicidades. Estaba al caer.

Recorte 10. La UE como primera interesada en la permanencia de Cataluña (Repito: ¿a alguien le suena el nombre de ‘Tajani’?

CONCLUSIÓN. Amadeu Altafaj, como tantos otros que han vivido del cuento estos últimos años, faltó a la verdad sin pudor y se inventó conclusiones, complicidades y relaciones NUNCA existentes. Nos han costado un dineral y han llevado a Cataluña a una situación difícilmente enderezable a corto plazo. Son los responsables de todo ello, porque ¿alguien se atreve a afirmar que alguno de los diez recortes contiene alguna verdad? ¿Cuánta gente se ha tragado, y se sigue tragando, esta clase de mensajes?

Con la selección que os he mostrado, no me extraña que hasta Xavier Arbós sintiera la necesidad de despacharse a gusto, por una vez, contra la mentira.