El asunto de la supuesta «contraprogramación» de un acto del Presidente del Parlamento Europeo a la merienda-cena de Puigdemont, aparte de certificar otro ridículo más de Ramon Tremosa, nos demuestra a cuánto cotiza el kilo de verdad en Cataluña: entre cinco y quince veces menos que la mentira, la manipulación o, por lo menos, el error más o menos negligente.
Tuit de Albert Elfa, corresponsal de Catalunya Ràdio en Bruselas, a las 13:12 horas, que a eso de las 23:00 horas (cuando preparo esta entrada), lleva 310 retuits (unos 30/hora).
El mismo Albert Elfa, a las 20:00 horas, informa de que, según fuentes del Parlamento, la reunión estaba programada desde hace semanas. 19 retuits después de tres horas (ritmo de 6/hora).
En términos de ritmo/hora, la noticia incorrecta cotiza 5 veces más que la noticia correcta. En términos absolutos -y aun reconociendo la desventaja de horas de la noticia «correcta»- la incorrecta triunfa por quince. Me apuesto cualquier cosa a que la proporción no varía mucho de aquí a la una de la mañana, cuando la noticia ya puede darse por «muerta».