El sinsentido intelectual (y II)

Es muy habitual que escriba una entrada y, a continuación, se publique o suceda algo que corrobore mis tesis. Hoy es otro de esos días. Como, intelectualmente, el asunto es de escaso interés, voy directo al asunto.

El intelectual del día es Manuel Cuyàs, en ELPUNT. Para quien no lo sepa, a Cuyàs nos lo encontramos como tertuliano por tierra, mar, aire y hasta en el espacio sideral. Escribe un articulillo complaciente con Puigdemont («Puigdemont al Romea«) y después del consabido blablabla, la perla intelectual: «Em fa molt l’efecte que Puigdemont sap coses essencials que per prudència i estratègia no ens explica«. El clásico recurso al «arma secreta«, lo que «no se puede saber«, «confiemos en nuestros amados líderes» y nos quedamos tan anchos. Automáticamente, me viene a la memoria el brillante artículo de Lluís Bassets, «Bala de plata» (publicado hace apenas cuatro días), con estas frases: «El arma secreta tiene una funcionalidad política. Es un instrumento para mantener la cohesión y proseguir el combate cuando la derrota está descontada. Sirve para contener las deserciones y apelar a un último sacrificio cuando ningún sacrificio sirve para nada.«

Para rematarlo, otro intelectual, metido a político, Terricabras. En una entrevista que enlazaba esta mañana, dice cosas como estas:

«Les institucions europees coneixen l‘actitud del govern espanyol i la seva negativa per permetre un referèndum?
Sí. I estan una mica astorats, sorpresos. De moment, encara no diuen res. Perquè posar-se amb un estat és sempre delicat i, per tant, són molt prudents. Però quan arribi el moment, hauran de prendre partit. I ho faran a favor de la celebració d’un referèndum. 

I quan arribarà aquest moment?
Quan es convoqui el referèndum a Catalunya i la cosa vagi de veritat. Perquè ara encara no hi ha data ni condicions.»

O sea, nadie se mueve porque la pretensión separatista excede cualquier límite legal y constitucional. Pero cuando el separatismo rebase esos límites, la Unión Europea se colocará al lado del separatismo (no de Cataluña, que no es lo mismo, aunque todos los días insistan en identificar Cataluña y separatismo). Un whisky, por favor. Doble, por favor.

Escribe Juan José Solozábal (Catedrático de Derecho Constitucional) en la presentación del libro «Nacionalismo«, de Elie Kedourie (confieso que la agudeza intelectual de Kedourie me ha causado severos problemas para seguir algunos capítulos; imaginad que volvéis a hacer COU y estudiáis de nuevo a Kant, que es el protagonista de muchas páginas, para haceros a la idea de que mi vida habría sido mucho más plácida sin leer este libro): «Hay una relación obvia del nacionalismo con los intelectuales que se desprende de la labor de difusión que una casta social, la intelligentsia, lleva a cabo en la comunidad. Los intelectuales son ese grupo de profesionales que viven, total o exclusivamente, del nacionalismo, pues se dedican a su propagación y difusión. Su tarea es, en suma, convencer a los integrantes de una sociedad determinada de que son un grupo humano diferente que merecen y necesitan un Estado exclusivo (…) no solo guardan y exaltan la identidad de la nación, sino que convencen a los miembros de ésta de que su felicidad es, en realidad, necesariamente pública o política, pues es inalcanzable fuera o antes de la plenitud nacionalista, cuando el hombre vive como miembro de una nación soberana«.

Para rematar el día, una entrevista en EL PAÍS a Isabel Clara-Simó, con este titular: «En el procés independentista trobo a faltar el front intel·lectual, sols hi ha emotivitat». No nos llevemos a engaño. Si leéis la entrevista, no hay más que nacionalismo:

«P:…Però, existeixen els Països Catalans?

R. Sí, la llengua unifica.»

También insultos, rozando la xenofobia:

«P. Què els passa, als intel·lectuals?

R. No ho sé. Com és que no ens hem coordinat per fer un front comú per la independència? Una part d’ells, com Albert Boadella o els de l’entorn de Ciutadans, s’han convertit en cipaios, actuen amb voluntat de colonitzats, se senten espanyols…». [Enlace para quien no recuerde el concepto cipayo, segunda acepción; y en el País Vasco no tiene un uso especialmente agradable para la Ertzaintza. Madre mía si estos insultos los pronunciara otro]

Prejuicios de igual clase que lo anterior:

«P. Per què?

R. Una part important dels mandarins culturals catalans no estan per la labor perquè se senten espanyols i estan molt vinculats a grups mediàtics contraris al procés. Potser els espanta la cosa….»

CONCLUSIÓN. Álex y Abraham, creo que esta última entrevista os proporciona buen material.

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Alex

Gracias Javier. Muy jugoso…

Marc sanz

La Isabel esa es la personificación del nacionalismo. Esta mañana vi el titular de la entrevista. Era tentador, pero cuando vi quien era la entrevistada, ya me imaginé que no había contenido más allá del nacionalismo y sectarismo habitual en esta señora. Lo de considerarse intelectual a ella misma es ya de traca!!

papitufo

Ley de Godwin: «A medida que una discusión en línea se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis tiende a uno».

Bien, una vez reconocido, no he podido resistir el traer a colación lo primero que (como gran aficionado a la Historia) me ha venido a la cabeza cuando he leído lo de las «armas secretas». Copio y pego de un artículo de internet:

«Hasta el último momento Hit­ler confió en las nuevas armas a las que se había referido en varias ocasiones y con las que espe­raba aún dar un giro radical a la gue­rra. Algunas no pasaban de ser fanta­sías, otras no llegarían a estar operati­vas, pero varias de ellas recibieron su bautismo de fuego, aunque sin los ra­dicales efectos esperados: rayos de la muerte, cañones subsónicos, bombas térmicas, carros de combate de escala gigantesca; inventos delirantes…».

No pretendo comparar a ningún dirigente con Hitler (como diría Pazos, de la película Airbag, «aunque lo piense»), pero si es análoga esa confianza ciega en que, cuando parezca que todo está perdido, surgirá el milagro que nos lleve en volandas hacia la victoria.

Alex

https://www.google.es/amp/www.elconfidencial.com/amp/cultura/2017-01-19/cesar-strawberry-condena-terrorismo-supremo-tuits-def-con-dos_1318931/

No conozco bien los entresijos del proceso pero leí su autodefensas mediática y me pareció buena. Lo enlazo al hilo de lo que veníamos hablando estos días, como detalle…

Alex

De la entrevista a Clara-Simó por el momento me quedo con dos detalles:

1) obviamente, los términos para referirse a los catalanes que se sienten españoles y no comulgan con sus ideas: cipayos con mentalidad de colonizados. Tela… En fin, siempre se puede decir que es una simple ‘fangirl’ despendolada, pero como suscriptora de Koine y premio de letras concedido por Omnium no hace presagiar una convivencia entrañable con los ‘españoles’ en el seno de un multilingüismo tope amistoso garantizado por la República de Cataluña venidera. Quien quiera verlo, pues eso… Y quien no, que se conforme creyendo que solo se representa a sí misma y que este tono no se corresponde con el respeto que el independentismo por norma general profesa a ‘lo español’.

Y 2) directamente relacionado con el hilo anterior, está declaración: ‘com a govern, España es el menú enemic: com a ciutadana y con a veïns, de CAP manera’. Otra vez, tú. La coartada perfecta. El cheque en blanco mágico. Se está volviendo un argumento tan vacío y trillado, en particular cuando llamas cipayos y colonos a algunos de tus vecinos al mismo tiempo, que me da que ha llegado el momento de que el peso de la prueba no se descargue sencillamente invocando una palabrita magica. Sobretodo, sobretodo, cuando en gran medida tu proyecto estrella se cimenta sobre la idea de que una enorme cantidad de vecinos de aquí y de allá no merecen para ti la consideración de conciudadanos.

Fco. Javier

Felicidades de nuevo Javier.

Pienso que mencionar que el lider (en este caso el sr. Puigdemont), tiene uno o varios ases en la manga es una forma de dar esperanza ante un desencanto evidente.

Lo extraño (y divertido) de tu entrada es el efecto connotativo que ha tenido en mí…
Después de semejante «Sinsentido intelectual» (como dices, vamos a ser políticamente correctos) me he imaginado al centurión Casipodemus de Asterix…
He imaginado al Sr. Puigdemont llorando a moco tendido en un despacho tras haber leido todas estas declaraciones y diciendo:
-«¡Son todos estúpidos! ¡y YO soy su lider!»

Lo que, para mí, está claro es que el prusés es un experimento social que va mas allá de sus componentes… Es como el remolino de un desagüe o sumidero, es una estructura que se forma al interactuar muchas pequeñas partes.

Todos los intentos de dar esperanza parten de iniciativas individuales (estómagos agradecidos) que, al interactuar en conjunto crean un ciclo que se automantiene (se autosostiene cual barón de Munchausen)… el prusés no es un Leviatán de Hobbes, pero me ayuda a explicar la idea.

Alex

Por cierto, he pensado un ratito en lo que me dijo/dijiste Lliure el otro día: que el nacionalismo no se puede trascender. Ciertamente es difícil, sobretodo en determinado clima. Lo admito. Pero, merece la pena un esfuerzo, aunque parezca a fondo perdido…

Un par de propuestas:

Esta, fina y distante…

https://beta.theglobeandmail.com/opinion/no-exceptionalism-please-were-canadian/article33619408/?ref=http://www.theglobeandmail.com&service=mobile

Y esta patrocinada por SCC (que supongo que a algunos les despierta urticaria, y sus razones tienen también), altamente sentimental, proferida entre los humos de la batalla, seguro que contraargumentable, pero que al fin y a la postre presenta una approach al problema en las antípodas del ‘España contra Cataluña’ o el ‘Cataluña contra España’, que es la unidad básica de articulación del enfoque nacionalista. Una alternativa a tener en cuenta…

https://mobile.twitter.com/JuanCladeRamon/status/777571646395805696

Por cierto, merece la pena (o no…) echar un ojo al hilo desde el que saco el video para ver lo poco que necesitan un par de idiotas (un tal Roger y un tal Cartegenero) para hablar el mismo lenguaje. Menuda ironía. Con lo que nos cuesta a veces a los demás…

Alex

Aquí, por contraponer, Jordi Borras.

https://m.youtube.com/watch?v=M28qfIgeCDA

Me interesa porque comienza hablando de nacionalismo, pero en realidad lo que hace es justificar su propio nacionalismo amparándose en la existencia de un nacionalismo españolista de corte fascista. Como planteamiento es muy decepcionante, aunque obviamente, y teniendo en cuenta que él va a hablar de su libro y no de lo que a mí me interesa, la acusación hay que tenerla en cuenta. Pero en todo caso ni roza el verdadero problema de fondo, que es la relación que mantiene su nacionalismo con los no nacionalistas, dado que a los fascistas está muy claro dónde les colocamos todos. Tengo dos hipótesis: 1) que ni considera la posibilidad de que exista tal cosa; o 2) que le importa un huevo si existen o no porque él habla sólo para la tropa.

Abraham Benyosef

Por suerte, Twitter permite pescar a los intelectuales nacionalistas diciendo lo que verdaderamente piensan cuando mantienen conversaciones entre ellos. Consideren este intercambio entre Aleix Renyé, un escritor leridano que vive en Perpiñán, y Gabriel Bibiloni, uno de los lingüistas que firmaron, cuándo no, el manifiesto Koiné:

Renyé: En cridòria i maneres costa diferenciar, a Perpinyà, entre (sud)catalans i espanyols. Em sap greu.
Bibiloni: Molt preocupant, sí senyor. L’espanyolització no és només de la llengua.

Aquí todo el verso de «amamos a los españoles, nuestro problema es con el gobierno de España» hace completamente agua. No sólo desprecian a los españoles por sus gritos y malos modales, sino que los acusan de haber contagiado con su grosería a la virginal Cataluña. ¿La culpa la tendrá Wert o el CIN?

Desde Berlín

Genial lo de que la lengua une…. En Alemania lo decía un señor con bigote, así le fue a Austria y luego a Checoslovaquia con los Sudetes. Claro que con esta regla de tres, dado que la lengua une, podemos eliminar todos los paises hispanoamericanos y crear un estado único entre dos continentes. Me encantan estos «intelectuales» con altura de miras.

Joan

Volviendo al inicio, retomo la cuestión que se planteaba en las primeras líneas de estas dos últimas entradas sobre «el sinsentido intelectual»: ¿cómo es posible que “un buen número de intelectuales y estudiosos de elevada talla erudita y profesional olvidaron los más elementales principios de su ciencia o fuente de saber en favor del nacionalismo”?
La cuestión es ciertamente inquietante y obliga a replantearse el papel real de la razón: Si la razón es la rectora de los procesos del pensamiento, o si no es más que una pordiosera al servicio de otros intereses y pulsiones a los que sirve como una herramienta.
Ni se me ocurre entrar a fondo en uno de los temas eternos de la filosofía, pero sí que encuentro en la actualidad del momento unas declaraciones que me parecen iluminadoras. Son nada menos que de ¡Pablo Iglesias! que, como es un verborreico engreído, frecuentemente suelta lo que piensa sin freno ni contención.
Afirmaba Iglesias en una entrevista el 9 julio 2016 que “Lo fundamental de la política y de la religión no es explicar nada ni tener razón, sino generar facción e identidad”. Y si uno de los protagonistas lo confiesa tan a las claras, es para pensar que debe ser verdad, que en la política así concebida la razón no cuenta; y recordemos que Podemos apoya el inventado “derecho a decidir” del separatismo. En esa forma de hacer política (la de Podemos y del secesionismo) la razón, la lógica, el análisis y el rigor, no pintan casi nada; interesa mucho más fabricar fantasías e ilusiones autocomplacientes, para general “facción e identidad”.

Abraham Benyosef

Siguiendo con el tema del supremacismo, con motivo de las penas a los agresores de la Blanquerna estaba tratando de ver qué había pasado en el caso equivalente que ocurrió en Barcelona, el de la agresión a las voluntarias de la selección española. Parece que los perpetradores están en libertad provisional, pero en la noticia se colaba este párrafo:

Els acusats són «dos espanyols de Barcelona» de 30 i 31 anys, segons va dir el conseller d’Interior, Jordi Jané, en una compareixença sense gaires detalls hores després de les detencions.

Resulta que cuando un español de Mallorca gana una medalla olímpica se trata de «l’atleta catalanoparlant», pero cuando un catalán comete un delito inmediatamente pasa a ser un «espanyol de Barcelona». Por más que haya gritado “Putes espanyoles, us matarem”, “fora la bandera espanyola” y “putos espanyols de merda, gosses espanyoles, marxeu al vostre país, fills de puta”… Perquè de catalans delinqüents no n’hi ha…

Alex

Paranoia? El hilo que sigue es incomprensible…

https://mobile.twitter.com/jduch/status/823611005712433152