Es indudable que la pretensión secesionista tiene entre sus pilares fundamentales un sentido irreprochable de la ética y la moral. Mentira. Ese sentido puede existir, de manera sincera a la vez que irreal, entre los seguidores de la secesión. No entre sus élites, entre quienes crean los mensajes y sus transmisores, principalmente los medios de comunicación afectos. Ética, ninguna. Veamos un ejemplo práctico.
Salvador Cardús es uno de los intelectuales que da pátina de una cierta apariencia de prestigio a la secesión. Miembro del CATN, articulista, implicado políticamente con Junts pel Sí, entre otras muchas cosas. Desde su influyente posición contribuye, junto a muchos otros, a formar un estado de opinión que cambia como una veleta según interesa. Hoy digo una cosa, mañana la olvido y defiendo otra como si la primera nunca hubiera existido. Esto es algo que ya he comentado otras veces. Un simple repaso -no es exhaustivo, no vale la pena- a sus artículos semanales en el Diari Ara nos lo confirma. Resalto en negrita las frases más significativas de los párrafos que mejor sirven a lo que luego diré:
28/09/2015. Què en fem, dels resultats. Escribe: «LA MAJORIA FAVORABLE a la independència de l’actual Parlament era indispensable per seguir avançant. Ara, en el temps que va de la Declaració a la Proclamació de la independència, caldrà la màxima rapidesa en la concreció dels instruments que l’han de fer possible, però alhora caldrà evitar les precipitacions en l’exigència de concrecions ideològiques de partit que posin en risc la unitat d’acció imprescindible. La meva intuïció, si és que té cap valor, és que el procés s’accelerarà, perquè ningú no podrà suportar divuit o vint-i-quatre mesos d’incertesa. Però, per si em falla la intuïció, preparem-nos per a una resistència tan tossuda com pacient.»
12/10/2015. El final de l’independentisme. Párrafo: «LA RAÓ DE FONS és que la gran victòria del 27-S —el Parlament de Catalunya, amb una altíssima participació, va passar de 24 a 72 diputats explícitament compromesos amb la independència— era una condició necessària però no suficient per arribar-hi. El 27-S va ser l’expressió diàfana de la culminació del pas de l’autonomisme a l’independentisme, en un procés de gairebé deu anys. Missió acomplerta. Mai més no hi haurà eleccions autonòmiques. Però ara cal fer la segona part del camí: passar de l’independentisme a la seva concreció en un estat modern, democràticament avançat, econòmicament pròsper, socialment just i obert a la participació solidària i responsable amb les altres nacions que cerquen els mateixos objectius. I no tenim pas deu anys més per fer-lo.»
26/10/2015. Sobre la desobediència. Dice: «La constitució aquest dilluns del nou Parlament de Catalunya, amb una àmplia majoria que té el compromís de portar aquest país a esdevenir un estat independent, a ser una República catalana, ens acosta indefectiblement al moment en què caldrà desfer-nos de l’actual vinculació jurídica amb l’estat espanyol.«
Hasta aquí, no cabe duda de que Cardús da por hecha la secesión. Por cierto, no hace falta que os leáis sus artículos completos si no queréis, pero si alguien quiere comprobar si descontextualizo, pues adelante.
Sigamos: tras celebrar la secesión, empiezan los giros.
02/11/2015. El camí fa pujada, i anem a peu. Dice «…cal reconèixer que els resultats del 27-S no van ser ni els desitjats, ni els esperats, ni els necessaris». ¡Demonios!
El colofón lo pone el artículo de ayer, 30/11/2015, Tornem a posar el gran angular, en que Cardús suelta lo siguiente:
- «El combat per imposar una interpretació de la situació d’atzucac en què es troba el sobiranisme, dos mesos després d’haver mal guanyat les eleccions del 27-S, viu el seu moment més intens»
- «Possiblement, els somriures de la revolució sobiranista havien fet perdre de vista els dolors de part que, tard o d’hora, havien d’arribar.»
- «…qui té el problema és Junts pel Sí. (…) Una posició massa feble…»
- «Unes noves eleccions el març vinent poden fer mandra, però SERIEN COM UNA SEGONA VOLTA DEL 27-S [LAS MAYÚSCULAS SON MÍAS], un cop aclarides les posicions dels sobiranistes (…) Al març calcularem millor»
- «La pressa a posar les urnes -exigida per la impaciència de la societat civil organitzada- s’explica més per l’entusiasme que per una bona anàlisi d’on era el procés. Som-hi: treball constructiu serè; ampliació de la base social definint amb valentia el futur possible, i tenir clar que L’ÚNICA RUPTURA LEGÍTIMA VINDRÀ AMB LA CONVOCATÒRIA D’UN REFERÈNDUM [DE NUEVO, LAS MAYÚSCULAS SON MÍAS] i no amb fanfarronades ridícules.»
¿Qué clase de valores éticos y morales abriga quien hace menos de dos meses proclamaba la clara victoria secesionista, celebraba la futura declaración y proclamación de la secesión y ahora mismo dice que la única ruptura legítima vendrá con un referéndum?
Es más, ese mismo articulista, firmaba otro el día 01/08/2015, titulado Eleccions contra la por en el que, atención y agarraos fuerte a la silla o al sofá, dijo: «Demà, dilluns, Artur Mas, el 129è president de la Generalitat de Catalunya, signarà el decret de convocatòria de les eleccions del 27 de setembre. Tot i que es convoquen per la via ordinària per tal de dotar-les de totes les garanties democràtiques, tothom sap que es tracta de l’últim recurs disponible per tal que el poble de Catalunya expressi, amb la major claredat possible, quina relació vol tenir amb Espanya. Per tant, la seva naturalesa política serà plebiscitària, i així ho entendran tant els qui són favorables a la independència com -i de manera encara més radical- els qui hi són contraris»
¿Cómo se puede confiar ante esta falta de rigurosidad intelectual, ética y moral? ¿Dónde están los valores morales de esta gente? ¿Cómo se puede transmitir en tan poco tiempo mensajes tan distintos, que no tienen que ver unos con otros? Incluso dice que ¡puede dar pereza votar! Eso, alguien que apoya posturas que han repetido de manera fanática que quiere votar. Sucede que ahora no quieren votar, no sea que los resultados todavía sean peores. Así que deseaban urnas para aprovechar el impulso, antes de perderlo. Vaya.
Uno se puede equivocar y rectificar. Uno puede cambiar su visión de las cosas y evolucionar a una opinión distinta. Hasta puede mantener su postura y aceptar, a regañadientes, la del contrario. No implica falta de ética o de moral. Ahora bien, que hoy digas que las elecciones son el último recurso de expresión de la voluntad catalana, mañana digas que has ganado claramente y pasado afirmes que unas eventuales elecciones en marzo serán una «segunda vuelta» y que aun así lo mejor es un referéndum, con cara absoluta objetividad en todos los casos, es de un cinismo espantoso, que asusta.
Si malo es que tanta gente como Cardús haya hecho más o menos lo mismo (sin ir más lejos, aquí un artículo de Francesc Marc Álvaro, «masista» declarado, que también aboga ahora por el referéndum; referéndum que «pide» tras el posible veto de la CUP, y no por otra cosa), todavía peor es que tanta gente en Cataluña se trague estos mensajes sin pensar, sin reflexionar nada de nada. Como escribe Carlos Carnicero, vivimos en un país en que casi nadie comprueba nada y puedes soltar tantas mentiras o informaciones falsas como quieras casi sin riesgo a que te descubran. Esto es perfectamente aplicable a las «posturas intelectuales», que son de una indigencia y bajeza morales que en Cataluña durante muchos años se quiso hacer creer que eran exclusiva de Federico Jiménez Losantos (en sus tiempos en la COPE) y la «caverna mediática», cuando la caverna apesebrada no tiene nada que envidiar. Probablemente, los intelectuales secesionistas sean peores todavía: al menos, los de la «caverna mediática» siempre han dado la sensación de ir de caras y no esconderse ni hacer dobles juegos.
¿Valores éticos y morales de la secesión? No, eso no se estila por estos lares.
Si no te importa te robo la frase «..da pátina de una cierta apariencia de prestigio a la …» para usarla la próxima vez que tenga que «ajustar cuentas» con alguien. Me encanta.
Leído el artículo de Marc Álvaro que me ha dejado fascinado y pasmado. Parece que no haya hecho otra cosa en su vida que pedir el referéndum. Increíble.
Acabo de terminar de leer «Razones para pactar, motivos para convivir» te copio un párrafo que te llegará al alma de jurista (de un tema que has tratado en el blog con mucho trabajo y conocimiento): «Además, si hablamos de los aspectos jurídicos, cabe subrayar que 7,4
millones de ciudadanos de una Cataluña independiente, todavía con la
nacionalidad española, mantendrían la ciudadanía europea (adicional,
conforme a lo que establecen los Tratados desde Maastricht, 1992) y todos
los derechos derivados. Sin embargo, es evidente para una gran mayoría
de actores europeos que se trata de un asunto que, ante todo, es político
y solo después jurídico, en términos de encaje jurídico, adaptación incluso
del marco jurídico.»
Hablando de desvergüenza y falta de ética y moral, la nación sin nacionales. Alucino. Pobre Gregorio Garzón Clariana. Las mentiras del independentismo se esconden y resurgen. En bucle.
[…] ha sido un error. A este viaje al pasado parece que se apunta también Salvador Cardús (recordad el artículo que le dediqué), en su artículo de hoy en el diari Ara, titulado “Tocar de peus a terra“, cuyo […]
[…] blog. Tengo una pequeña gran satisfacción, como es que se cite la entrada sobre Salvador Cardús (La ética y los valores morales de la secesión) en el artículo de Joaquim Coll en El Periódico de hoy, “¿Un paso atrás? Mejor […]
Felicidades por su blog, no lo conocía. Hace falta l mucha gente con cierta capacidad intelectual y conciencia moral para desactivar lo que ha sido esta monumental farsa del procés.Desde el principio unos cuantos maquiavelos de medio pelo han arrastrado a esta sociedad a un callejón de difícil solución y , lo que es más grave, con el peligro de contaminar al sistema político español con la lata abierta de Podemos y Ada Colau al frente de un derecho a la autodeterminación sólo soñado por las cabezas más simples de la política española. Si la destrucción del sistema político catalán, su fragmentación en diversos ejes que hace imposible la introducción de elementos racionales en el debate y lucha por el poder democráticos, si la cuestión de la independencia ha hecho implosionar unos ejes sociales de cohesión mínima , esperemos que los partidos estatales no caigan en la misma trampa. En fin, saludos y gracias por sus opiniones.