La nueva modalidad del Golpe de Estado tiene un punto innovador: lo que se pretende es «Salir al balcón» escudados en las artimañas de una modificación específica del Reglamento. Todas las críticas a esta modificación ya han sido escritas y poco puedo añadir.
Como cualquiera sabe, la crítica a la chapucera reforma no es tanto al contenido propiamente dicho (y también puede ser objeto de crítca, por descontado), sino al fin específico para y por el que se articula. A lo que el separatismo, tan poco dado a la objeción, ha respondido con su clásico «y tú más antidemocrático» (lo cual significa aceptar el fin antidemocrático de la reforma; esto es muy básico, pero en determinados frentes separatistas es el culmen de la sutileza de pensamiento), con algunos ejemplos y paralelismos de gran acierto.
Especial risa me ha causado un caso del Parlamento Andaluz (página 12), tuiteado por Ramon Tremosa (quién si no), en que se acordó la tramitación de una reforma del Reglamento del Paralamento andaluz mediante lectura única… ¡¡¡POR UNANIMIDAD de la Junta de Portavoces!!! Y, para rematarlo, la reforma se acordó ¡¡¡POR UNANIMIDAD!!! ¿Cuál será la siguiente tropelía cometida por los andaluces? ¿Cumplir la Ley por unanimidad?
Es conocido que una parte del secesionismo no sabe Derecho y eso no es censurable. Lo que desconocía era que no comprendiera la palabra UNANIMIDAD, lo cual es un poco peligroso si tuiteas. Además, antes de abrir la boca (un eurodiputado que se las da de superilustrado) vale la pena saber de qué se habla. Porque, además, el artículo 136 del Reglamento del Parlamento de Andalucía dice: «… el Pleno de la Cámara, a propuesta de la Mesa y con el acuerdo unánime de la Junta de Portavoces…«. Un malpensado diría que alguien no sabe siquiera leer. Que sí, que el texto del Reglamento del Congreso de los Diputados es otro, que ya lo sé.
Pero me gusta sonreír gracias a esa mentalidad infantil que rodea al separatismo llorón, carente de cualquier rigor intelectual, y que busca ejemplos por todas partes para darse la razón. Y los busca mal. Porque no entienden nada. Ni quieren entenderlo.
La pura consigna, como salir al balcón por reglamento, para lo que se buscan paralelismos que los justifiquen. También tiene su gracia la cita de la reforma del artículo 135 de la Constitución. Ahí les doy la razón: por mucho que Merkel apretara, al menos debía haberse producido una tramitación y debate de mayor amplitud. Claro que si tildas esa reforma como antidemocrática, o dudosamente democrática, estás reconociendo que tu salida al balcón por reglamento también lo es.
Dicho sea de paso, ya que de nuevo tratamos paralelismos e ignorancia a la vez, no está de más recordar que la reforma de la Constitución no se tramitó, precisamente, del modo que pretenden los separatistas (aun con todos los déficits de fondo y de forma que se le puedan achacar):
- PSOE y PP presentan el 26 de agosto de 2011 la proposición de reforma del artículo 135, por el procedimiento de urgencia y aprobación en lectura única.
- El 30 de agosto de 2011 se toma en Consideración y se abre plazo de enmiendas hasta el 1 de septiembre a las 14:00 horas.
- Se presentaron 24 enmiendas. La Mesa de la Cámara inadmitió algunas de las enmiendas y solicitó aclaración o reformulación de otras.
- El debate en el Pleno tuvo lugar el viernes 2 de septiembre de 2011. Fueron rechazadas todas las enmiendas. En la votación de conjunto el resultado fue: votos emitidos 321, a favor 316, en contra 5. ESTE SERÍA EL PUNTO EN QUE QUEDARÍA APROBADA LA REFORMA SI NO EXISTIERA EL SENADO.
- Senado. Podemos saltarnos la tramitación en el Senado, que votó en Pleno el 7 de septiembre de 2011.
- Se publica la reforma en el BOE el 27 de septiembre de 2011.
O sea, que aun por el procedimiento de urgencia y en lectura única, en una semana se aprueba la reforma constitucional. Absolutamente deficiente, pero una semana.
CONCLUSIÓN. Lo cual nos lleva al paralelismo final. Porque la Ley del Golpe de Estado (dicen que en algún cajón oscuro se llama Ley de Transitoriedad Jurídica) es algo así como una reforma o derogación del Estatuto de Cataluña, ¿no?
¿Me están diciendo, entonces, que la reforma de la Constitución Española, siendo de baja calidad democrática, tuvo una tramitación de calidad muy superior a la que se pretende de la Ley del Golpe de Estado? ¿Piensan tramitar en una hora algo que, en la democracia de baja calidad, ocupó hasta 7 días naturales? Oiga, que al reformar la Constitución hasta se tuvo la oportunidad de conocer con antelación el texto. Inaudito.
Estos paralelismos, infantiles, porque no dan para más, demuestran algo ya sabido: que si existe una democracia de baja calidad esa es la que defienden JuntspelSí y la CUP. Y, encima, con graves dificultades de abstracción para citar un paralelismo aceptable. La cuestión es salir al balcón por reglamento. Qué democracia, por favor.
- Por cierto, y otro día hablaremos de ello, alguien tendrá que responder un día a esta pregunta en estrictos términos jurídicos: ¿pueden 72 diputados del Parlamento de Cataluña derogar el Estatuto de Cataluña? Ya advierto que la cuestión va más allá del tema de los dos tercios. ¿Podrían 100 diputados derogarlo? Me temo que no. Si se da un Golpe de Estado con éxito, ya es otra cosa.
Muy bueno Javier.
Home… Comparar lo del 135 amb això…
Ja vaig dir l’altre dia que a mi la modificació del 135 em semblava un tema d’especial transcendència, i que com assenyala l’article 92 s’hauria d’haver sotmès a referèndum. Ja sé que la clau consisteix en que no S’HA de sotmetre, sinó que ES POT sotmetre.
Se m’ha tallat a mig escriure, soz.
Bé, deia això, que el 135 va obviar el referèndum i això que pretén el parlament de Catalunya és per fer-ne un. Una subtilesa menor.
Voleu dir que ara no tocaria que algú els hi fes veure que han passat de fer por a fer riure, i de fer riure a fer llàstima?
Si ho aconseguís, a més de fer-los un favor, faria un gran servei a la Catalunya que diuen que estimen tant.
Y así amiguitos, es como la democracia deviene en otra cosa: haciendo lo necesario para hacer lo que es justo en lugar de hacer lo reglamentario para hacer lo que es posible. Lo justo cambia con la mayoría, el reglamento permanece. Y sí, todo los gobernantes creen que controlan y que no van a terminar siendo adictos.
Me había quedado pendiente del hilo anterior la pregunta de Lliure por el referéndum…
1) en contra del derecho de autodeterminación nada, siempre y cuando se sostenga en los dos presupuestos habitualmente aceptados al caso: colonialismo y violación de derechos humanos (supuestos muy específicos que, por cierto, no están ahí para contarles el rollo a los independentistas catalanes, sino para evitar, concediendo, pero también limitando, que el mero nacionalismo se convierta en el argumento que rige los destinos de las comunidades políticas). Si no entramos en categorías, vuelta a la constitución y a una vía de seducción y consensos más amplios, no tan inverosímil, opino, como Lliure sugiere, y desde luego en ningún caso suficientemente explorada…
2) Por qué es imprescindible el acuerdo con ‘España’ para organizar un referéndum y no un capricho imperialista? Pues por el censo -es decir: el sujeto de soberanía- que es la madre del cordero… el ‘quién decide en un referéndum’. Si atribuimos soberanía por ‘nación’ (que básicamente es una entelequia que se sostiene a sí misma en base a la cogitación del usuario), la española, que incluye en su apercepción de sí misma a la catalana -igualito, por cierto, que la catalana incluye a ese digamos 50% de catalanes que se sienten otra cosa-, tiene el mismo derecho teórico a decidir. Si es por ciudadanía y pertenencia a un estado de derecho, del cual una parte, y unos ciudadanos pretenden emanciparse, ni te cuento. Y sí es por acumulación de peña en un espacio determinado a discreción, podría plantearse el referéndum en lugar de por naciones, por provincias. Mal invento. Constitución. Mayorías claras. Consenso…
3) A propósito de lo anterior, no es salirse por la tangente decir que Escocia es distinta, como te recuerda Joan: son un conjunto de datos históricos, legales y sociológicos a tener en cuenta, que explican, en cierto modo, porque por ejemplo los catalanes, puestos ante la disyuntiva del todo o nada, están mucho más expuestos a una ruptura de la comunidad política por razones identitarias, lo que desaconseja especialmente cualquier conato de autoregalarse la soberanía unilateralmente y acusar de fascistas al resto de españoles (catalanes incluidos) que no lo tienen tan claro. Quebec sería un modelo mucho más aceptable. Ley diáfana y aceptada por todos los jugadores de antemano, mayorías reforzadas, quorums, blablá, y probablemente un proyecto independentista más cuajado, en lugar de ese engendro de coalición JxSí-CUP pillada con alfileres y lanzada por la pendiente del unilateralismo con el sostén del 30 y pico % del censo catalán. Es decir: acuerdos más amplios.
3) Como ves, por mi parte no hay obstinación a priori contra el referéndum, pero opino que no es la prerrogativa de una supuesta soberanía de Cataluña por la gracia de Dios, sino que la legitimidad sólo puede venirle de un pacto con el resto de ciudadanos españoles. Así respondo a tu pregunta de porcentajes: ni con el 100% de la población de Cataluña completamente a favor me parece impepinable. Aunque, evidentemente, por sentido común, por pragmatismo, y hasta por caridad cristiana, en ese caso lo normal sería que se impusiese una solución pactada.
4) Aunque discuto más el ‘cómo’ que el ‘qué’, eso no significa que el referéndum en sí mismo no me parezca una salida chapucera (como sugería Juanmari) que demuestra la incompetencia para encontrar un planteamiento político no-binario y excluyente que aglutine una sana mayoría en lugar de obligarnos a un juego de suma cero al fifty-fifty, falaz y medio temerario…
4) … aunque bueno, de suma cero, suma cero, jamás lo fue, puesto que según el credo indepe la soberanía de la nación catalana es per se, y como tal, en un hipotético referéndum, lo único que se dirime es si el propio secesionismo lo gana todo de una vez para siempre en esa chance, o se queda como está hasta que le vuelva a rotar, en una especie de rasca y gana sólo para su beneficio. En fin, un poco desequilibrado, desincentivante, y desde luego proclive a generar un ambiente de desconfianza que no ayuda nada al mantenimiento de una relación cooperativa en caso de que salgan nones; razón que, quién sabe, quizás también explica desde otro ángulo que el precio del referéndum se ponga caro, internacional y constitucionalmente.
5) Y algo más de fondo: si el ‘cómo’ planteado en el prusés me ha parecido penoso, y el ‘qué’ del referéndum una salida en falso a un dilema que exige más finura que el peso de una mayoría exigua ante el cisma del ser o no ser, el ‘porqué’ -en su doble vertiente simplificada: a) nacionalista: ‘porqué soy catalán, no español’, y b) crematística: ‘porque España nos expolia y sin ella viviríamos más y mejor’- me provoca una falta de simpatía tan intensa que trasciende el mero ‘yo votaría no’ para alcanzar por momentos la duda de si es éticamente admisible votar tal cosa… un poco como cuando se me plantea dejar fuera de mi comunidad política a un otro, cualquiera, por razones de clase o extranjería. Es subjetivo. Pero pesa.
Y 6) resumiendo: que yo asumiría, llegado el caso, un referéndum… pero eso no significa que ni de coña lo admita como el paradigma de solución democrática a un dilema político que con un poco menos de mala fe y narcisismo debería poder resolverse sin necesidad de rifarnos el papel de ganadores y perdedores a los chinos…
Soberbio
Dibujito de la desconexión. Última revisión servipack referéndum 3 http://m.ara.cat/politica/Tramitacio-expres-desconnexio-dos-temps_0_1753624656.html
Si sale «no» autonómicas. Y olé. Pelillos a la mar y aquí no ha pasado nada.