Se me ocurren varios motivos para oponerme a un referéndum de secesión: su inexistente encaje constitucional -y en su defecto, simplemente legal-, la ligereza con la que se suele plantear o, por qué no decirlo, que el separatismo ni siquiera ha formulado nunca un articulado serio de ese referéndum. Mirad que han generado documentos, y algunos hasta se han atrevido a redactar Constituciones, pero un texto con el que se pretenda encajar, fundamentar y regular el referéndum de secesión, resulta que NO. Por algo será. Sí, ya sé que hace un par de años pidieron la delegación del 150.2 CE. Pero eso no era un texto serio. Eso era una delegación en blanco. Lo digo yo y lo dijo Don Francisco Rubio Llorente (quien, por cierto, defendía un encaje mediante unas vías que el separatismo no se ha dignado a iniciar, aunque después digan que han pedido el referéndum cien mil veces; por algo será). En definitiva, una petición para que fuera rechazada como también señaló Francesc de Carreras.
Todo esto viene a colación de la pretensión, no sé si seria o impostada, de referéndum de secesión por parte de Podemos, que cae en la trampa del neolenguaje separatista (el inexistente «derecho a decidir») y en la misma inconcreción que el secesionismo: un referéndum «con todas las garantías». Las mismas «garantías» que el separatismo nunca ha concretado: buscad esa «propuesta» de referéndum, buscadla. Y después se ríen de la inconcreción de la reforma constitucional.
Lo siento por los de Podemos: con esto del referéndum no sé a quién escuchan ni qué les han explicado, pero les voy a exponer lo que de verdad piensan los separatistas. Como siempre, con documentos, que son más difíciles de rebatir.
Veamos. Entrevista en RAC1 a Antonio Baños el 5 de enero de 2016. En esos momentos, Baños ha presentado su dimisión y todo apunta a que se celebrarán nuevas elecciones en Cataluña. En un momento de la entrevista, Antón Losada le pregunta si no cree que Podemos y la CUP pueden llegar a algún tipo de compromiso o acuerdo de caras a las nuevas elecciones. Baños responde:
«Yo … espero que no sea eso, porque si realmente venimos de una propuesta de legislatura como esta de crear una República de manera unilateral, basada sólo en la soberanía catalana, y ahora el proyecto es esperar a que el señor Pablo Iglesias desde Madrid nos permita hacer un referéndum… Además, él pediría el NO, con lo cual él convocaría un referéndum para que perdiéramos el referéndum, ¿no? Y Ada Colau también, para que perdiéramos el referéndum. Sería muy paradójico que un independentista fiara la independencia de Cataluña a un señor de Madrid que no la quiere, y yo creo que ahora teníamos un Parlamento soberano, bueno, tenemos siempre que el Parlamento catalán es soberano y que el Parlamento de Mas también lo será. y que lo que debe hacer el Parlamento catalán es si quiere la independencia porque tiene una mayoría, pues tirar por la calle de enmedio. Somos un Parlamento soberano, si no, no tiene sentido tener un Parlamento y no fiarse a que nos dejen o no nos dejen. Ya basta de que nos dejen o no nos dejen. Nosotros tenemos que hacer lo que la política catalana quiera. Entonces, si este debe ser el escenario, es decir, ir a pedir o mendigar que por favor nos dejen votar sabiendo que todas las fuerzas estarán por el NO, yo no lo veo muy entusiasmante*, pero bueno, no creo que sea éste el escenario más plausible» [la traducción literal de «engrescador» sería alentador, pero en el contexto creo que se ajusta más entusiasmante]
Hay que agradecerle a Baños su sinceridad: no le entusiasma el referéndum de Podemos… ¡porque pedirían el NO! Desde luego, a dónde vamos a ir a parar.
¿Fue un lapsus de Baños? A estas alturas, hemos visto, escuchado y leído tantos lapsus, como el de Sant Hipòlit de Voltregà, que ya sabemos que de vez en cuando se les escapa lo que piensan. Claro que no es solo Baños. En un nivel de exposición pública menor, lo mismo podíamos leer ayer día 15 de febrero en un artículo de Diari de Girona, firmado por Lluís Busquets i Grabulosa, titulado «El pes de Catalunya a Madrid«, en que después de repetir los tópicos al uso se nos obsequia con esta magnífica oración: «Astúcia per no deixar-nos entabanar amb cants de sirena (Podem vol el referèndum perquè el perdem!), convicció per anar seguint el nostre camí.» [«Astucia para no dejarnos engatusar con cantos de sirena (¡Podemos quiere el referéndum para que lo perdamos!), convicción para ir siguiendo nuestro camino»]. Ya veis, otro al que le parece una herejía estar en contra de la secesión. Con esto nos desayunamos cada día, aunque no lo digan explícitamente o se lo guarden en su fuero interno.
Conclusión. No sé qué piensan, ni en qué piensan en Podemos. Sí sé la opinión real de una buena parte del secesionismo: si no estás conmigo, estás contra mí. Eso incluiría hasta un hipotético referéndum de secesión propuesto por Podemos. Al primer requisito que quisieran fijar para la secesión, tendrían a todo el grupo de repartidores de carnet de demócrata tachándolos de antidemócratas. Como los niños: o se hace lo que dicen… o no vale. Es gracioso que a menudo se acuse a Podemos de tender trampas y, en cambio, caigan tan fácilmente en las trampas que les tienden.
¿Acaso estás insinuando que proponen un referéndum que no se puede hacer y nadie quiere, previo a una reforma constitucional para la que no tienen mayorías? ¿Puede ser que Podemos esté ganando al independentismo en su propio terreno de palabras vacías y voluntarismos que no llevan a ninguna parte? Desde luego sería irónico pero suena creíble porque está en la media de la locura de ideas y declaraciones que la historia conocerá como el Proceso. Podemos incluso aporta su propio «jurista» estrella: Juan Pedro Yllanes que supera, de momento, a las mentes más brillantes del independentismo con su «Si hablamos de derecho a decidir lo tenemos que dotar de un efecto vinculante», ha asegurado, antes de insistir en que el artículo 92 de la Constitución permite celebrar este referéndum y que este tendría lugar antes de afrontar la reforma de la Carta Magna que propugna Podemos.» Era juez de la Audiencia Provincial en las Baleares. Ya sabemos que ser juez no es garantía de saber derecho pero uno espera que sepan leer y que se cercioren de que en la portada pone Constitución Española 1978.
Un poquito de responsabilidad, ya no digo bien común, preservar las instituciones, conservar las reglas, no… un poquito de responsabilidad. A estas alturas no pido más.
Habría que explicar en los colegios que el antónimo de «jurídico» no es «político» sino «arbitrario».
Me ha llamado la atención este párrafo del informe «Aquesta excepció al principi democràtic de la majoria simple que dóna una especial rigidesa a aquest tipus de Llei es justifica precisament per la transcendència de l’àmbit material que li es propi (desenvolupament bàsic de l’EAC), que no és altre que el que disposa l’article 62.2 EAC. Però, también obliga a fer-ne una interpretació molt estricta, per no dir restrictiva, como reflecteix la praxi parlamentària dels darrers anys i confirma el fet que el legislador estatutari del 2006 restringís a l’article 62.2 EAC les materias reservades a aquest tipus de llei, amb relació al que establia l’article 33.1 de la Llei 3/1982.»
Los letrados se han puesto «legalistas».