Estos días me dedico a reordenar mis ideas jurídicas sobre el tema de la secesión, que en lo esencial pasan por recuperar artículos del año pasado y trabajarlos como el de la nacionalidad. Una saludable idea, a la vista de que estos días no tenemos más que especulaciones sobre lo que hará la CUP. Así que voy a fijar en esta entrada alguna anécdota de esas que con el paso del tiempo quedan olvidadas. En realidad, sólo hay una anécdota y un par de comentarios.
1. La anécdota principal: la indignación por tocar el himno de España. En EL PAÍS se leía esta noticia: «Polémica en Puigcerdà después de que los gegants toquen el himno español«. El resumen es: una colla gegantera de Puigcerdà fue invitada a Torrejón de Ardoz, donde los trataron excelentemente. Como deferencia, amistad o lo que usted quiera, durante el desfile interpretaron el Himno de España. La reacción en Puigcerdà de determinados segmentos ha sido la de afirmar que “se ha metido sola en el ojo del huracán” o que “Los gigantes no representan al municipio, y menos ahora, es una entidad privada y desde el consistorio deberíamos evitar que luzcan el escudo de la ciudad, deberíamos limitar la subvención que reciben y la utilización de las dependencias municipales”.
Los que dicen estas cosas, dignos herederos de ideologías totalitarias, después pretenden que nos creamos que una hipotética Cataluña independiente será «amiga» de España o que uno podrá ser «lo que quiera». Vaya, que no me lo trago. Esos mismos «demócratas» son los que babean si en un concierto multitudinario el artista de turno saca una bandera de Cataluña y luego dicen que «XXX tiene una relación especial con Cataluña», aunque luego tarde seis años en volver.
2. El acuerdo entre Junts pel Sí y CUP. Encontrarán una fórmula aceptable para todos. Yo me pregunto cómo se puede lograr un acuerdo aceptable entre los señoritos de CDC que viven, geográficamente hablando, por encima de la Diagonal y los CUP-anticapitalistas. La clara muestra de que por aquí suceden cosas curiosas.
3. La gente que no entiende nada: viven en su planeta y desconocen Cataluña. El otro día me topé con un artículo en Vilaweb de uno que en su blog pretendía analizar las razones del tremendo ascenso de Ciutadans. Una de las primeras frases era «…resulta altament incomprensible, s’escapa de les meves coordenades racionals d’anàlisi«, signo indiscutible de que el articulista desconoce la realidad de Cataluña y vive en sus ensoñaciones propias. No, no voy a defender a Ciutadans ni su ideario. Lo que digo es que si eres incapaz de entender los motivos por los que hay quien vota a Junts pel Sí, Ciutadans, PSC, CSQEP, PP, CUP o cualquier otro, estás fuera de juego. Distinto es que tú no compartas los postulados de alguno o todos los partidos; distinto es que discrepes por completo. Pero… ¿no entenderlo? ¿Quieres que te tome en serio? Como siempre, los postulados propios de quien vive en sus propios prejuicios. y que puede tener su propia opinión, pero no basarse en argumentos que causan hasta un poco de sonrojo. Veamos:
- Es sorprendente que hasta el PP pasa a ser un partido de orden, con el que se puede discrepar, pero «integrado» en el conjunto del sistema. ¿Perdón? Hasta hace muy poco tiempo el PP era mentar a la bicha. De hecho, discrepar del separatismo normalmente llevaba a que te dijeran «claro, tú eres del PP» y ahora ha mutado a «claro, tú votas C’s». La lógica nacionalista siempre necesita un «enemigo» en el que encasillarte. [Y los del PSC no dejaban de ser unos descastados, a quienes se soportaba porque no era fácil atacar a Raventós, Obiols, Maragall o Nadal].
- Afirmar que el único argumento para votar C’s era un «yo soy español» se enraiza con el primer punto. Evidentemente, podía ser una de las razones (como también para votar a JuntspelSí o CUP). ¿La única? Sí, la única si todo lo contemplas desde la óptica nacional-separatista. Si hubiera sido el PP quien hubiera obtenido 25 diputados, la lectura de ese artículo sería exactamente la misma y diría que como el PP hizo bandera de España, por ese motivo obtuvo tantos votos. El simplismo de la óptica secesionista raya lo infantil.
- Como he dicho, no voy a defender a C’s. Sólo destaco alguno de los «razonamientos» más habituales del secesionismo, que se reducen a un «no lo entiendo» frente al que podría realizar un análisis más duro. También podría explicar motivos por los que creo que C’s ha recogido tantos votos. Únicamente sería mi opinión, así que no vale demasiado la pena.
- Lo escribí hace tiempo: existe una Cataluña a quince o veinte kilómetros del Passeig de Gràcia que los secesionistas (en general) jamás han pisado y de la que solo conocen sus estereotipos y no albergan más que prejuicios. Sin embargo, no hace falta irse al área metropolitana de Barcelona. Sólo es necesario fijarse en tus conciudadanos, en lo que tú haces y en la reacción que se puede generar. Si, como se hace en ese artículo, hablas de «un projecte polític inequívocament colonialista» no te preocupes que amigos no ganarás. O con esta otra: «Perquè infinites són pràcticament les motivacions racionals que tenim per voler la independència, que Ciutadans ha aconseguit no tinguin cap valor perquè, per als seus votants, la cosa important és ‘yo soy español’.«. Lo habitual: yo tengo todas las razones y tú ninguna. Negando al que discrepa. Tranquilo, tus propios prejuicios te descubren.
» cómo se puede lograr un acuerdo aceptable entre los señoritos de CDC que viven, geográficamente hablando, por encima de la Diagonal y los CUP-anticapitalistas.»
Como adécdota, comentar que muchos de la CUP son los hijos de esos señoritos y que también vive por encima de la Diagonal. Indirectamente conozco a algunos importantes dentro de la CUP y te puedo decir que son gente con mucho dinero. No sé si la familia de David Fernández es rica, pero te puedo asegurar que no son pordioseros por como él va vestido en el Parlament (todo teatro, fuera de él va mucho mejor vestido). Quizás sus votantes sí (aunque tampoco del todo), pero sus líderes no son obreros precisamente.
Eso no quita que el acuerdo siga siendo difícil, pero sus origenes o clases sociales no son tan distintas. Aunque claro, también muchos de los revolucionarios soviets eran gente acomodada.