Aclaraciones sobre los artículos jurídicos, mi perfil y mis conocimientos

Este verano se me ha quedado a medias un nuevo proyecto sobre la recurrente cuestión de la nacionalidad, que de vez en cuando -y en estos días, más- genera notables puntas de visita. Incluso, en algunos foros de debate se cita, como era de esperar, el de la secesión y doble nacionalidad.

Como aclaración a alguien que por ahí ha escrito que se trata de un panfleto propagandístico escrito vete tú a saber por quién, señalar mi condición de Abogado y con un conocimiento de Leyes bastante superior al de quien realizó tal comentario; legítimo comentario, por otra parte, cuando tampoco es que dé demasiada información en mi perfil (cosa que ya he cambiado un poco), aunque también creo que la cantidad de referencias legales, notas y citas de los artículos jurídicos del blog son más que suficientes como para que el más escéptico le pueda otorgar cierta credibilidad.

Distinto será que se comparta o no mis conclusiones. Otra vez -y ya me canso de escribirlo casi en cada artículo-, insisto en que esa condición de jurista no me da la infalibilidad, ni supone que resulte imposible criticar mis artículos, pero sí que impone a quien discuta mis tesis una base jurídica y argumental que habitualmente no existe cuando leo críticas al artículo. Quiero decir con ello que quien confunde todavía privación y pérdida de nacionalidad no debería merecer excesiva atención. O que quien sostiene que, en el caso de secesión, la Constitución Española -que dejaría de estar vigente en Cataluña, con todo su ordenamiento jurídico- amparará su doble nacionalidad catalana y española, debería darse cuenta de la grave contradicción en que incurre.

Como no tengo la verdad absoluta, les sigo prestando atención, porque la experiencia también enseña que debes escuchar incluso a quien consideres con menos conocimientos, porque te puede aportar un punto de vista que no habías tenido en cuenta. Aun así, los argumentos separatistas para justificar una doble nacionalidad automática no sólo son sustancialmente incorrectos, sino que se basan en errores conceptuales que muy pronto espero poder sacar a la luz (ojo, esos argumentos ya están escritos, pero la recopilación y crítica exhaustiva no está muy difundida, y menos desde una perspectiva técnica, que será un poco rollo, a la vez que la manera adecuada de rebatir tanto argumento falaz).

Dicho queda.