Xavier Sala-i-Martín y la tontería que no cesa

Ayer (24 de abril) escuchaba RAC1 cuando, en las noticias, explicaban que en la categoría de libro de no ficción Xavier Sala-i-Martín había sido líder de ventas en Sant Jordi con su «És l’hora dels adéus?», lo cual es meritorio teniendo en cuenta que salió, más o menos, en septiembre.

Haciendo gala a su tontería eterna, en su «análisis» de las razones por las que fue líder de ventas, el economista dijo lo siguiente en lectura política: «Las ventas elevadas de un libro sobre el prusés, ayer, o de varios libros sobre el prusés, ayer, demuestra que la gente no se desanima… que estas amenazas, pues, o estos estos intentos de desinflar pues no funcionan, y de alguna manera, de alguna manera, ayer votaron, la gente que podía votar qué libro comprar, pues la gente otra vez salió y dijo: escucha, votamos a este».

A estas alturas, uno ya no puede pensar sino que estos intelectuales secesionistas, o los políticos, o los agitadores de masas, toman por idiotas a los partidarios de la secesión. En primer lugar, porque a Sala-i-Martín le traiciona su subconsciente y le sale la palabra «amenaza», que es una palabra muy usada por el secesionismo cuando se carece de argumentos: ¿amenazas? ¿hubo amenazas para no comprar libros? ¿y en especial el de Sala-i-Martín? Porque de «amenazas» a «intentos de desinflar» (¿cómorrrr?) existe un gran trecho, el de la tontería, por supuesto. Pero lo que ya es el colmo de la tontería es lo de la lectura del «voto»: comprar un libro como expresión del independentismo. ¡Por favor! Soy independentista y no lo sabía por culpa de mi curiosidad lectora. Por cierto, el domingo vendo ese libro en una feria de trastos viejos e inútiles a un módico precio y con sólo un par de anotaciones en lápiz.

Aquí tenéis el corte para escuchar (si de verdad lo creéis necesario) lo que dice Sala-i-Martín.

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Si no tuviéramos suficiente con lo anterior, la siguiente tontería es la amnesia recalcitrante del secesionismo. En mis tiempos se decía que tenías que comer «cues de pansa» (el rabo de la pasa, para quien no lo entienda) para no ser olvidadizo, que es un mal muy extendido en el sector separatista. Lo ventilo rápido: ayer (24 de abril) se celebraba un mega-ultra-súperacto en el Sant Jordi con lleno absoluto de 16.000 personas. Hasta aquí, todo normal. Fantástico y nada que objetar. Sucede, sin embargo, que hace unos días a alguien se le ocurrió ponerse estupendo y fijarse como objetivo llenar por completo el anillo olímpico de la montaña de Montjuïc, como podéis leer aquí, aquí (se menciona la cifra de 40.000 personas), aquí y aquí. ¿Habéis escuchado algo de que se haya llenado el anillo olímpico? ¿Y algo de que NO se ha llenado? Aaaayyyy, esa flaca memoria de pez… Lo dicho, una tontería tras otra. Por cierto, creo que ni siquiera se ha llenado a rebosar en lo que tenía que ser una «demostración de fuerza».

Dejo para otro día el análisis de la terminología secesionista, entre bélica e infantil, cuyo corolario máximo ha sido lo de «vencer al dragón» por parte de Artur Mas, frase pueril -y que también toma por idiotas a los ciudadanos- encajada sin pestañear por los medios de comunicación provincianos (distinto de provinciales) del lugar.

Edito: En Vilaweb sí que tienen memoria.

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Juanmari

No sé si el independentismo se desinfla,está desencantado, pierde electricidad o cualquier sutil gradación del sí pero no. Lo que sí veo es que el que está desencantado eres tú (yo también), las críticas cada vez son más ácidas porque la simpleza de las argumentaciones cada vez es más patente y ya aburre y la falta de correspondencia entre dichos y hechos es abismal. La realidad se impone y no la ven venir. Incluso diría que estoy decepcionado porque los mejores argumentos, únicos diría, a favor del referéndum los dan unionistas, los únicos debates provechosos los tengo con unionistas (salvo un 5% de excepciones). Tengo la sensación de que no hablo el mismo idioma que los independentistas y desde el principio sé cómo acabará todo: votar. Por lo visto comprando libros. Forcadell es una caricatura, desde el pueblo pasará por encima de los partidos a otro full de ruta, no ya de los partidos, el de Mas. Y una frase revolucionaria 100% «el 9N se ejerció el derecho a decidir de forma simbólica». Y todos pensando que el proceso se mueve, qué es algo más allá de bla,bla,bla. Cada vez más tensión, mas fractura, más incomprensión entre los ciudadanos. En seis meses los políticos estarán pactando entre ellos como si no hubiera pasado nada,tragar e ignorar las animadversiones personales e ideológicas es su trabajo pero nosotros no tenemos esa capacidad y nos costará mucho más rehacer relaciones. Mucho más sabiendo que cualquier acuerdo será coyuntural y estratégico, hasta volver a empezar. En fin.

Javier

Como siempre, de acuerdo. La argumentación teórica ha desaparecido y todo se reduce a nivel de tertulia tabernaria, que es lo que escucho cuando sigo radios pro-secesión.
Si, además, tenemos todavía a indocumentados como Uriel Bertran que, a estas alturas, escribe frases como : «2) guanyar les eleccions i portar a terme una Declaració Unilateral d’Independència com permet les resolucions del Tribunal Internacional de l’Hàia de Nacions Unides;» (http://www.naciodigital.cat/opinio/10634/primer/dui/despr/constitucio) sólo me puedo referir al tema y sus fanáticos con cierta dureza.
Una lástima, porque me lo pasaba muy bien estudiando y documentando los temas que he tratado en el blog, con mérito bastante mayor que muchos de los que hablan repitiendo lo que han oído por ahí y sin contrastar nada.