Dice un latinajo de esos cuyas palabras no recuerdo que «lo que no está en los autos, no está en el mundo«. Quiere decir que, si una prueba (un documento, el testimonio de una persona determinada) no está dentro del procedimiento, es lo mismo que si no existiera. O sea, que si te guardas el documento clave en tu carpeta y no lo aportas al proceso, no vale para nada.
Es lo que sucede con la Ley del Fraude, digo, del Referéndum, que unos señores dicen que la tienen elaborada, pero no la presentan en el lugar competente, que sería el Registro General del Parlamento de Cataluña. Pues si no está allí, no existe. Si no existe, lo de hoy ha sido lo mismo que dar largas para ganar tiempo, técnica que a veces uno tiene que usar cuando se le ha retrasado algún trabajo.
El que opine igual que yo, bien, y el que no, pues también; cada uno se engaña en esta vida como quiere. Unos, a base de alcohol (causa y solución de todos los problemas); otros, a base de Prusés™.