Hubo un tiempo en que escribía, y bastante a fondo, sobre cuestiones de Derecho. Por ejemplo, sobre las inconsistencias de mantener que una Cataluña independiente permanecería de forma automática, o accedería mediante procedimiento ad hoc, en la Unión Europea. Léase, por ejemplo, este artículo de 24 de abril de 2014, titulado «El informe nº6 del CATN y las supuestas vías de integración en la Unión Europea» (lo cité en una entrada del mes de octubre del año pasado, por si alguien recuerda vagamente haber leído algo parecido). Hay enlaces que no funcionan, pero los fundamentos del texto no han cambiado.
Esta clase de artículos ahora ya no son precisos porque el surgimiento de múltiples iniciativas y voces han impedido el avasallamiento con el que se quiso imponer el separatismo en el periodo 2012-2014. Recuerdo, en esta línea, una entrevista a Elisenda Paluzié lamentándose de que, al no haberse ejecutado la secesión de manera inmediata, los contrarios a la secesión habían tenido tiempo «de organizarse», es decir, de oponerse. En definitiva, que se lamentaba de que, de una manera u otra, existan y se hayan difundido argumentos opuestos a la secesión o, directamente, que desmientan las mentiras del Prusés™.
La mentira por antonomasia del Prusés™ es aquella que dice que una Cataluña independiente sería miembro automático de la Unión Europea. Cuando salen noticias que desmienten esa mentira, la respuesta consiste en negar la realidad. Que lo haga un usuario cualquiera de Twitter, mira, bah.