Entrevista a Ramon Espadaler en El Periódico: la diferencia y el respeto

Ahora que me he convertido más en lector que en creador de contenido acerca de la pulsión secesionista, me limito a comentar algunas opiniones o aspectos que me llaman la atención. No es que fuera el ideal con el que se creó el blog, pero de momento es lo que hay. Poco a poco se van abriendo brechas -que siempre hay que tomar con cautelas- como las de la encuesta de El Periódico, de las que se desprenden cosas lógicas, como que una mayoría no le ve el carácter «plebiscitario» a las elecciones, que una secesión sin referéndum es poco seria o que una (simple) mayoría absoluta de escaños para iniciar los «trámites» de la secesión es insuficiente.

Y es en El Periódico donde leo esta entrevista a Ramon Espadaler (enlace premium, aunque si estás registrado puedes leer 30 artículos al mes gratis). Probablemente, mi línea de pensamiento está bastante alejada de Espadaler en muchas cosas y, en la cuestión de la que trata este blog, seguro que el enfoque es muy distinto. Existe una gran diferencia, pues.

Ahora bien, la diferencia no obsta al respeto. Y es que Espadaler en la entrevista expone argumentos de puro sentido común con los que uno, pese a la diferencia, no puede sino estar de acuerdo (con todos los matices, bla, bla, bla) como cuando dice: «CDC lleva exactamente la misma hoja de ruta que ERC, y que es independencia sí o sí. Con plazos ajustados, dispuestos a desbordar la legalidad y la seguridad jurídica. Para nosotros el cómo es muy importante. La cohesión social y el respeto a la legalidad son básicos. La legalidad hay que cambiarla desde dentro.«

Y esto se remata con lo siguiente: «Contemplar la posibilidad de una declaración unilateral de independencia es admitir la posibilidad de saltarse la legalidad. Ahora dicen que han puesto el turbo. Creo que para caminar por caminos tortuosos es mejor la reductora y la pericia del conductor que el turbo.«.

Estoy seguro de que con Espadaler discreparía -y mucho- en ese «cómo«, que es extremadamente importante. Aunque eso no impediría que ambos partiéramos desde un mismo punto irrenunciable: la legalidad. Después, uno querrá flexibilizarla, otro será más estricto, y el siguiente hasta propondrá una solución más que discutible. De eso trata el intercambio de ideas. Sin embargo, cuando uno se sitúa fuera del punto común de discusión, como la «hoja de ruta» -o mapa del tesoro hecho a mano y sin la X- poco hay que hablar.

¡Ah! Otra cosa. Sobre los «críticos» (secesionistas) de UDC. Votan y pierden. Y no aceptan el resultado. Todo un ejemplo, que a uno le hace reflexionar sobre lo que sucedería si un día se llegase a votar la secesión y el NO ganase ajustadamente…