En nuestras típicas discusiones acerca de la secesión, un buen amigo separatista me afeaba mi conducta, aduciendo que abuso del sarcasmo para referirme al «prusés«. Mi respuesta, no exenta de un tono ciertamente sarcástico, fue que no tenía otro remedio, porque muchos de los elementos que lo acompañan son como para no dar crédito de que sucedan.
Veamos el ejemplo del anuncio de que las próximas elecciones al Parlamento de Cataluña se celebrarán el día 27 de septiembre de 2015.
Primer elemento: La foto.

La escena corresponde al momento en que salieron Artur Mas y Oriol Junqueras, junto con tres personas no elegidas como representantes políticas con competencia o incumbencia directa en el tema (en la foto no sale Vila d’Abadal, que carece de esas competencias e incumbencia). Imaginemos que esta foto fuera objeto de comentario o análisis en una clase de primaria, con el clásico enunciado: «Describe o explica qué hace cada persona, su actitud, etcétera«.
En el apartado correspondiente a Carme Forcadell, la mayoría de niños de diez años describiría algo así como que «la señora del abrigo intenta representar un papel que no tiene e intenta acaparar un protagonismo del que carece, en medio de los dos hombres que se dan la mano«. Si vemos las imágenes de TV, da hasta vergüenza ajena observar cómo la sra.Forcadell no se recató en situarse entre Mas y Junqueras mientras se estrechaban la mano. Inicialmente, como ella estaba colocada entre los dos, se apartó, pero enseguida volvió a esa posición intermedia «chupando cámara» para salir en otra imagen histórica, mientras Vila d’Abadal mantenía una prudente distancia que le alejaba de la escena principal y Muriel Casals estaba allí, de cuerpo presente.

Si una imagen vale más que mil palabras, el protagonismo que buscaba Forcadell, fruto de haberla hecho depositaria de una autoridad de la que carece, resulta indiscutible.
Segundo elemento: el día inicio de la campaña electoral. Esto ya fue resaltado incluso por el propio separatismo: el primer día de campaña será el 11 de septiembre, fecha que a día de hoy representa un inequívoco simbolismo separatista. Ni qué decir tiene que se trata de un método movilizador de la masa que, en primer lugar, desvela un cierto desprecio por esa masa, recurriendo descaradamente a su emotividad y no a los argumentos racionales, y, en segundo lugar, guarda cierto parecido a conceptos como celebrar el cumpleaños del amado líder (lo cual haría las delicias de @norcoreano) y otras ideas de pleitesía. Vaya, que debería dar un poco de vergüenza -de la que se carece- tener que recurrir a una fecha emocional para obtener un mejor resultado electoral.
Tercer elemento: la fecha de la votación. En principio, el 27 de septiembre. Esa fecha no dice nada, salvo para mentes algo retorcidas… porque se trata del aniversario de la fecha de firma de convocatoria del 9N original. Como digo, se trata de un simbolismo algo tortuoso y de muy poco glamour. Pero, claro, que se recuerde expresamente la fecha, apelando de nuevo a la emotividad de la masa, sugiere una mentalidad poco acorde con un verdadero espíritu democrático. Vaya, que la Ilustración está bajo la alfombra, escondida. Y, además, le podemos aplicar lo expuesto en el anterior elemento.
Cuarto elemento: un Govern decididamente parcial y sectario. Es sabido que todos los organismos e instituciones controlados por el nacionalismo son descaradamente parciales. Bueno, esto no es una novedad, porque es algo idéntico a lo que sucede con organismos e instituciones de otras Comunidades Autónomas (con lo que ya me explicarán dónde está la «diferencia» de la que tanto se suele presumir). Lo que ya no es tan habitual es que en el Twitter del Gobierno de la Comunidad se publiquen tuits -y luego se borren- de claro corte partidista, olvidando el perfil institucional y neutral al que se deben. Este mensaje propagandístico se colgó (y después borró) el sábado día 17 de enero en el Twitter del Govern de la Generalitat:
El Quinto Elemento: Podría desgranar material variopinto de toda clase, como la foto en que se observa cómo Oriol Pujol ha sido abandonado por todos los «amigos» que le escoltaron en su día cuando fue a declarar ante el Tribunal Superior de Justicia (acompañado, entre otros, de Josep Rull y Jordi Turull), o la sucesión de fechas y años históricos anunciados en los últimos tiempos, entre otras muchas contradicciones, incoherencias y bobadas que se mezclan de forma tenaz, asumidas sin rechistar, con una pretensión que gustará o no como es la secesión.
El problema principal es que tonterías como las que he comentado se aceptan con absoluta naturalidad o, el recurso habitual, se les quita toda importancia de manera sistemática como mecanismo para no reconocer una evidente contaminación, poco recomendable, de todo el proceso.
Ante todo esto, ¿cómo no voy a recurrir al sarcasmo?
Sin olvidar la de veces que dijeron que la consulta del 9N era legal y no esperar la sentencia del TC. Es difícil tomarse en serio nada de lo que dicen cuando ni ellos se lo toman en serio.