¿Consulta? ¿Qué consulta?

Hace ya muchos meses que la consulta es objeto de debate. Pero también hace meses que uno se pregunta ¿qué consulta?. Supuestamente, el día nueve de noviembre se celebraría una «consulta» que no ha sido convocada, de la que no se ha explicado de qué modo se efectuaría el cómputo de votos y tampoco se ha dicho qué significa lo de «estado no independiente».

No resiste el más mínimo análisis de seriedad que un asunto tan grave como la secesión de un Estado se pretenda convocar con apenas dos meses de antelación, que es lo que piensa hacer Artur Mas. Mientras la masa acrítica secesionista asume este increíble vicio sin rechistar, seguimos sin saber de modo formal qué es lo que se pretende votar, ni bajo qué criterios.

Los que se llenan la boca con lo de que «votar és democràcia» quizás deberían enfocar sus esfuerzos democráticos en explicar honestamente sus objetivos -lo cual es poco probable- y en explicar bajo qué marco legal piensan desarrollar la «consulta» -lo cual es imposible-. Así que: ¿consulta? ¿qué consulta?