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No sé qué de un dictamen de Venecia

El otro día comentaba que me daría un cierto apuro sentarme a debatir o comentar con personas del mundo académico que llevan años estudiando y profundizando en materias que guardan directa relación con la secesión. Además del apuro, a veces se me abren los ojos como platos, en este caso con un artículo de Ferran Armengol Ferrer, profesor de Derecho internacional público y relaciones internacionales en la Universidad de Barcelona, titulado «Per què la Comissió de Venècia no desautoritza el referèndum unilateral«, que bien podría haberse titulado «No sé qué de Venecia».

Como sucede con muchas de mis críticas a «artículos» de esta clase, ya sean escritos en medios de comunicación o en publicaciones especializadas, el método es sencillo: primero lo leo y después me voy a buscar la fuente que citan (al principio, normalmente, no conocía la mayoría; ahora que llevo casi cuatro años comprobando fuentes, me suenan gran parte de ellas), a ver qué dice, porque lamentablemente casi nunca me puedo creer lo que escriben.

Por situaros con Ferran Armengol, a quien no conozco de nada, en un artículo sobre la hipotética doble nacionalidad, escribió: «(…) Aquest dret d’opció seria difícil d’exercir d’acord amb l’actual ordenament espanyol, pel fet que aquest prohibeix expressament la privació de la nacionalitat i no preveu la renúncia.«. Y esto dice el artículo 24.2 del Código Civil: “2. En todo caso, pierden la nacionalidad española los españoles emancipados que renuncien expresamente a ella, si tienen otra nacionalidad y residen habitualmente en el extranjero.”. Lo recuerdo, otra vez, por situarnos.

Vamos, otra vez, allá, aunque advierto que esto de revisar lo que se escribe desde el secesionismo me aburre soberanamentzzzzz…zzz..zzz. Como el otro día con el artículo de Mariona Illamola, destacaré algunas frases y escribiré algún comentario o citaré fuentes. El resto, lo dejo al esfuerzo del lector.

1.«Tant és així que el desembre del 1999 ja s’hi va aprovar un dictamen on establia la seva postura sobre l’autodeterminació i la secessió.». El «dictamen» es este: «SELF-DETERMINATION AND SECESSION IN CONSTITUTIONAL LAW«. Como el título sugiere, se parece más a un Informe (lo es) y no un «dictamen» sobre autodeterminación y secesión en Derecho Constitucional. Veréis que en la primera página se lee «Report» (Informe) y no «Opinion» o algo semejante que sugiera un «dictamen».

2. «D’una manera molt clara, i gosaria dir pedagògica, la Comissió de Venècia distingeix entre un dret d’autodeterminació interna, que permet als pobles i nacions d’un Estat determinar el seu estatus dins d’aquell mateix Estat, i un dret d’autodeterminació externa, que permet pronunciar-se sobre la secessió. El dret d’autodeterminació interna es fonamenta en les constitucions estatals i el dret d’autodeterminació externa, en el dret internacional.«. Exactamente, lo que dice el informe es esto:

«a. The «internal aspect» defines the right of peoples freely to determine their political status
and to pursue their cultural, social and economic development.
b. The «external aspect» refers to the right of peoples freely to determine their place in the
international community of states»«

Sobre la secesión, expresamente no dice nada. Al menos, de momento.

Bueno, algo sí que dice. Perdonaréis la cita tan larga, pero así nadie podrá acusarme de omitir nada:

«1. The state’s external self-determination
Most commonly, the constitutional provisions on self-determination refer to the external selfdetermination of the state in question, to its right to independence vis-à-vis the outside world. Thus the reference to «the unity and freedom of Germany in free self-determination» in the German Constitution concerns both internal self-determination and the external  selfdetermination achieved by reunification.
In other states, the emphasis clearly shifts to external self-determination; this is true of states having recently achieved or regained independence. The right of the Croatian nation to selfdetermination and state sovereignty are to be construed as referring to secession from Yugoslavia, as the Constitution was adopted when this Republic was still part of the Yugoslav Federation. The Slovenian Constitution contains similar provisions. To the same effect, the Constitutions of Belarus, Estonia and Ukraine can also be cited.
The right to secession is even mentioned explicitly in the preamble to the Croatian Constitution as an element of the right to self-determination and state sovereignty. Croatia and likewise Slovakia, also originating from the dissolution of a state, further provide for the possibility of association or alliance with other states while reserving the right to withdraw subsequently«.

De ahí a un derecho de secesión o reconocimiento del mismo dentro de un Estado…

3.«La conseqüència d’això és que, malgrat que la constitució d’un Estat no contempli el supòsit de la secessió d’una part del territori, això no vol dir que pugui oposar-se a la voluntat d’una part dels ciutadans d’abandonar aquell Estat per crear-ne un altre independent.«. ¿Dónde dice eso, que no lo veo? Veréis qué divertidos los puntos 5 y 6.

4.«Per reblar aquesta afirmació, la Comissió es remet al famós dictamen del Tribunal Suprem del Canadà en l’assumpte Quebec, on s’afirma que l’ordre constitucional no pot ser indiferent a la clara expressió d’una clara majoria de quebequesos en resposta a una qüestió clara en el sentit que ja no volen continuar al Canadà.«. Aquí parece que Armengol mezcla churras con merinas: una cosa es el derecho de autodeterminación y otro la expresión de voluntad que se derivaría de una mayoría clara a una cuestión clara, ¿no?. ¿Dónde ve el derecho de secesión reconocido por la Corte canadiense?. Es más, el informe dice lo siguiente sobre la Corte Suprema canadiense: «The Supreme Court of Canada ruled that there is no right either under the Constitution or in international law for Quebec to secede unilaterally from Canada (…)  Although a right to self-determination or to secession is not recognised, the continued existence of the Canadian constitutional order could not be indifferent to a clear expression of a clear majority of Quebecers, in reply to a clear question, that they no longer wish to remain in Canada«.  Lo dicho: mezclando churras con merinas.

5. «Aquesta és, doncs, la doctrina de la Comissió de Venècia, que l’aplicaria posteriorment als referèndums d’autodeterminació de Montenegro i de Crimea.« ¿Doctrina? ¿Qué doctrina sale de un informe que recoge las disposiciones constitucionales sobre autodeterminación y derecho de secesión, para concluir «This report confirms one of its prior assumptions, namely that as the fundamental norm of the state the Constitution is in general opposed to secession and instead emphasises concepts such as territorial integrity, indivisibility of the state and national unity. In certain cases, these principles
allow of restrictions to fundamental rights. As is evident in the case-law of the European Court of Human Rights, such restrictions must nonetheless comply with the principle of proportionality and accordingly be applied only in serious circumstances«?

Y la última cita: «However, there is no general recognition in constitutional law of the right to self-determination, nor any common definition of those who are entitled to it and its content. Moreover, the constitutions studied, when they recognise the right to self-determination, do not deal with the procedure which allows for its implementation«.

6. En francés, para quien no se maneje con el inglés: «Le présent rapport confirme l’une de ses prémisses: en général, comme norme fondamentale de l’Etat, la constitution est opposée à la sécession. Elle insiste au contraire sur des notions telles que l’intégrité territoriale, l’indivisibilité de l’Etat ou l’unité nationale. Dans certains cas, ces principes permettent des restrictions aux droits fondamentaux. Comme l’indique la jurisprudence de la Cour européenne des Droits de l’Homme, de telles restrictions doivent toutefois être conformes au principe de la proportionnalité, et donc n’intervenir que dans les cas les plus graves.«

7. «És a dir, un referèndum unilateral, que ofereixi les suficients garanties democràtiques –que la Comissió de Venècia ha sintetitzat en el seu Codi de bones pràctiques– pot considerar-se ajustat als requisits exigits per l’ordenament jurídic internacional vigent i també per la Constitució espanyola. Això ho apreciaran, sens dubte, els membres de la Comissió de Venècia.». Sí, lo apreciarán muchísimo: «The use of referendums must comply with the legal system as a whole, and especially the procedural rules. In particular, referendums cannot be held if the Constitution or a statute in conformity with the Constitution does not provide for them, for example where the text submitted to a referendum is a matter for Parliament’s exclusive jurisdiction«.

CONCLUSIÓN. Ya vale de inventar lo que no dicen los informes. Me canso. Pierdo el tiempo. Lo perdemos todos. Qué cansancio otra vez.

EDITO: Con las prisas había olvidado agradecer a Juanmari el enlace al artículo de Armengol y el título de la entrada.