El timo del censo electoral

Según Jordi Turull, están llamados a votar en la movilización del domingo 5.343.358 personas.

El dato me ha llamado la atención porque llevamos años hablando de 5,5 millones de electores, con lo que la diferencia es sustancial.

¿167.000 electores de diferencia? Aquí se han dejado por el camino a bastante gente.

Porque si, además, hacemos una comprobación numérica en la página del INE, con datos del censo cerrado a 1 de agosto de 2017, nos da un total de… 5.531.109 ELECTORES POTENCIALES. PUCHERAZO para subir, en caso de poder recoger adhesiones, el supuesto porcentaje de partidarios de la secesión. O sea que, fraudulentamente, se pretende aparentar un mayor porcentaje del que verdaderamente pueda existir.

VEAMOS este grave asunto, que pone en jaque la veracidad del censo usado por la Generalitat (cosa que, por otra parte, nadie duda) así como la veracidad de la información que transmite Turull.

DATOS DEL INE. OFICINA DEL CENSO ELECTORAL. Cifras de electores. Como siempre, os enlazo a la base de datos del INE, para que podáis comprobar, por vuestros propios medios, lo que digo. EL ENLACE ESTÁ AQUÍ.

Básicamente, se trata de una base de datos en que se puede consultar los electores por año, provincia y municipio. Por razones obvias, he tomado los datos de las provincias de Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona. La información se divide entre el Censo electoral de españoles residentes en España (CER) y Censo electoral de españoles residentes en el extranjero (CERA) y puede consultarse por años. El último censo cerrado lo es a 1 de agosto de 2017.

He cogido los datos de las cuatro provincias, he sumado los datos del CER y del CERA y, evidentemente, el resultado no os sorprenderá: durante el año 2017, el Censo Electoral cerrado en las cuatro provincias catalanas, sumando residentes en España y en el extranjero, NUNCA ha bajado de 5.500.000 personas. Si pulsáis la imagen, aumentará su tamaño. En móviles, no me preguntéis cómo se ve porque lo tengo averiado ahora mismo.A 1 de enero de 2017, el censo era de 5.526.654 personas, a 1 de abril con 5.522.698 personas (el decreto complementario a la Ley de movilización secesionista determinaba que el censo era el cerrado a 30 de marzo), mientras que a 1 de agosto de 2017 se cierra con 5.531.109 personas.

Así las cosas, los números de Turull, 5.343.358, constituyen una diferencia más que significativa con los 5.531.109 electores del censo de 1 de agosto de 2017.

Y esos 5.343.358 siguen teniendo una diferencia enorme con los 5.510.713 anunciados en la nota de prensa anterior. Y es que si vamos a los datos consultables de 2015, las diferencias siguen siendo significativas. Igual que antes, haciendo clic en la imagen, podréis ver bien los datos.

Resumo: el dato mínimo de censo en 2015 fue de 5.477.916 personas, que sigue siendo una diferencia de 134.000. Con el censo cerrado a 1 de agosto de 2015, los datos eran de 5.493.000 personas, y a 1 de octubre de 2015, los datos eran de 5.502.000 personas.

Se coja por donde se coja, al censo de Turull le faltan alrededor de 180.000 personas. Da igual que puedan existir diferencias de 10.000 arriba, 10.000 abajo. Como si son 20.000. Para llegar hasta una diferencia de 180.000, hay que trabajarlo un poco más.

¿Y de dónde viene esa diferencia? Pues en esto no tengo un infiltrado que me lo diga, pero todo indica que se trata de la exclusión y borrado de los residentes en el extranjero que no se hayan apuntado a movilizarse; o sea, los que no se hubieran apuntado en el Registro de catalanes residentes en el exterior. Porque el artículo 6 de la Ley de Refer, digo, movilización decía: «1. Són cridades a votar en el referèndum les persones que tenen dret de vot en les eleccions al Parlament de Catalunya. També tenen dret de vot els catalans residents a l’estranger que hagin tingut el darrer veïnatge administratiu a Catalunya, que donin compliment als requisits legalment exigibles i que hagin sol·licitat formalment de prendre part en la votació«.

O sea: quien no constase inscrito en el Registro de catalanes residentes en el exterior no formaba parte del censo electoral. Con el añadido de que, según la Ley, para tener derecho a voto, además de los requisitos legales, se tiene que haber «… sol·licitat formalment de prendre part en la votació«.

En resumen: que como el voto exterior es un dolor de cabeza (CERA + Registro de catalanes en el exterior, que según las últimas noticias publicadas sólo tenía 5.000 inscritos en junio y el objetivo era llegar a 23.000; que si el ERTA y desplázate al municipio donde constas empadronado…) para los fines particulares de la movilización, lo más sencillo es complicarlo, de tal manera que quede la mayoría excluida del censo electoral, que así se reduce. No dudo de que alguien habrá calculado que, por poner unos números locos, hay 7.000 catalanes registrados en el exterior y están súpermovilizados, quizás votan 6.500 de 7.000, y además a favor de la movilización. Genial. Estos se suman: 6.500 de 7.000.

Pero… ¿qué hacemos con los otros 180.000 [es un decir] que están en el CERA pero no se inscribieron en el Registro de catalanes en el exterior? No se me ocurre nada, salvo, claro: salvo que los borre del cómputo del censo electoral. En lugar de obtener 0 de adhesiones de 180.000, reduzco el censo y entonces obtengo CERO de CERO. Genial.

¿Va por aquí el asunto? Mmmm…. Esta noticia de ElPuntAvui creo que me da la razón: «Segons estimacions que fa la Federació Internacional d’Entitats Catalanes (FIEC), aproximadament un 95% dels catalans inscrits en el registre de catalans a l’exterior (uns 7.000) ja han votat en el referèndum d’autodeterminació. Estaríem parlant d’una mica més de 6.500 persones.«

CONCLUSIÓN. En cualquier caso, un timo de censo electoral, que pretenderá -en caso de llevarse a cabo la movilización de manera completa- subir artificialmente el porcentaje de apoyo a la causa secesionista y crear una imagen ficticia. Nada que no sepamos. Sólo una pregunta: ¿existe el autopucherazo?

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Joan

Chapó, Javier.
La conclusión es clara: si en esto hacen una trampa tan constatable y demostrable (gracias a tu ojo clínico) ¿qué no harán en las mesas y en los recuentos?
En fin, se confirma lo que todos ya sabemos. Que este remedo de votación, además de ilegal y antidemocrática, carece de la menor garantía y es una tomadura de pelo de principio a fin.

marc sanz

Buen análisis, Javier. Aunque nunca tuvieron ni el más mismo atisbo de credibilidad, siempre es reconfortante tener datos objetivos de los engaños que perpetran.