He leído en varios sitios que, para el acto de Reinicia Catalunya, el aforo está completo. Impresionante. Según se especifica en las tarifas de alquiler de la UB (pdf), el Paraninfo de la Facultad de Medicina de la UB tiene capacidad para 283 personas. Bueno, ya no es tan impresionante. Os informo del aforo por si acaso leéis mañana en la prensa que el Paraninfo estaba lleno «de gom a gom» (forma coloquial catalana de decir que la plaza estaba «abarrotá«) con tono triunfal, de gran éxito.
Para que os hagáis una idea del espacio del Paraninfo, os enlazo esta foto, que aparece en esta entrada de barcelonaexpira.
Por descontado, completar el aforo y reunir a 283 personas no está al alcance de cualquiera. Yo no podría. [aquí, Jaume Marfany -en su día vicepresidente de la ANC, ahora no lo sé y tampoco lo voy a buscar- indica que 250 personas. Nota: valorad el esfuerzo que hago consultando este tipo de contenidos XD]
Hola Javier.
He llegado a tu blog de rebote y me ha causado una gran impresión. Trabajo de nivelazo, sin arrebatos sectarios, en un tema escurridizo. Como creo que son necesarios esfuerzos de este tipo, te agradezco el tiempo invertido. Y paso al asunto…
Hace tiempo que me pregunto si no ha llegado el momento de organizarse un poco a nivel civil para rehabilitar algo así como una tercera vía…
Quiero decir, el tema del independentismo catalán, con todas sus demagogias, representa una posición a la que no puede contraponerse únicamente la crítica resignada o el mero negacionismo. Echo en falta una alternativa que contenga sustancia propositiva, que recupere la iniciativa y rescate el inmenso arsenal lógico, pragmático e incluso moral del que podría disfrutar el unionismo. Algo parecido a lo que tú haces.
Por otro lado, y a tenor del tono guerracivilista de los debates de investidura, y tomando también como referencia los movimientos euroescépticos y ultranacionalistas que han vuelto a sacudirse al calor de la crisis de los refugiados, tengo la impresión que estás tendencias centrífugas, de laminación de la soberanía y compartimentación ciudadana, se han convertido ya en la seña de identidad de nuestra actualidad: una especie de pensamiento ultrareaccionario -disimulado bajo diversas máscaras- que merece una contrapartida teórica que reivindique el valor de lo común por encima de los pequeños narcisismo diferenciales.
No sé qué te parece el tema, o si conoces ya algún planteamiento que encaje en este tipo.
En todo caso, felicidades por el blog.
La minuciosidad con la que tratas los temas es encomiable pero leer enteros algunos de los textos que criticas requiere un estómago a prueba de bombas. Me refiero a las excepciones, demasiadas, que son una basura llena de odio y menosprecio. Por eso me quito el sombrero.
Gracias Javier por la contestación y la bienvenida.
Respecto a lo dicho: la articulación de un proyecto alternativo al secesionismo hegemónico, en torno a partidos políticos, lo veo sinceramente impracticable. Al menos del modo en que yo lo concibo…
Hay dos corrientes (y no pretendo en absoluto con esta categorización apresurada ofender a quién simpatice):
1) los rendidos a la narrativa del nacionalismo catalán (y aquí incluyó, con sus diferencias, al PSC y a Podemos & Cia),
y 2) los, digámoslo así, ‘quemados’ que trabajan a la contra (Ciudadanos, PP… y ya más en clave ciudadana, sociedad civil y colectivos como libres e iguales).
Las dos corrientes me parecen un poco agotadas, por no hablar de su estrepitoso fracaso de marketing a la hora de disputarle al nacionalismo catalán el espacio público.
La cuestión, creo yo, es si cabe una ‘Tercera Vía’ (esa noción tan vapuleada, pero que paradójicamente se antoja como la única salida) rediseñada sobre la elemental premisa de que, si bien hay que aceptar que el negacionismo de la cuestión catalana, con su millón y pico de ‘desafectos’, es un problema para los cuarenta y pico millones restantes de españoles, que no será para los catalanes un intento de independencia a la desesperada con la mitad de su población a la contra de los dogmas del soberanismo.
Tendría que explayarme más para perfilar ‘el producto’, pero creo intuir ‘el momento’ -es decir, la pertinencia de la iniciativa-, ‘el espacio’ -es decir, la ausencia en el mercado de un proyecto de este tipo- y ‘el target’ potencial.
Obviamente, se necesitarían cinco o seis ‘javieres’ dispuestos para llenarla de contenido. Y aunque no es imposible juntarlos, tampoco resultaría fácil pedir a la gente que sacrifique su esfuerzo y su tiempo, como hace Javier aquí. También lo admito…
En todo caso, esta línea de trabajo es prácticamente imposible que se desarrolle en el interior del sistema político actual, por el mero hecho de que las dinámicas de los partidos son de una mediocridad intelectual y un populacherismo apabullante. A los debates de intento de investidura me remito…
En todo caso, y como ya indicaba en el primer mensaje, no es sólo el tema del independentismo catalán, o el inminente desafio vasco (Mandela-Otegi dixit). También se trata del eterno planteamiento guerracivilista -que tanto sube la bilirrubina de la audiencia, pero que deja la calidad deliberativa de nuestra democracia en el chasis-, los neopopulismo de izquierda y derecha, y los rebrotes de chauvinismo aventado y euroesceptico. Insisto en que para mí son distintas facetas de un mismo problema.