Está un poco revuelto el club de fans del separatismo con las condiciones impuestas por el Gobierno para el acceso al FLA. Y digo «un poco revuelto» y «el club de fans» porque, en primer lugar, no todo el mundo está en condiciones de entender el verdadero alcance de las medidas y, en segundo lugar, el ruido apenas se está generando en los medios secesionistas, aunque sin excesiva convicción.
Recordemos que el tema de los 1.300 y pico millones de euros surge hace un mes, cuando a instancias de Eurostat se obliga a cargar en el déficit de 2015 facturas de 2013. Las versiones de Hacienda y de la Generalitat difieren. Y, ahora, entre unos y, especialmente, los otros, se quiere dar a entender que Hacienda dice que estos 1.318 millones perfectamente identificados (la noticia de EL PAÍS decía «facturas de inversiones en carreteras y centros penitenciarios«) son desconocidos. Así se desprende de la portada de EL PUNT de esta mañana o del editorial de Jordi Basté en Rac1 a las ocho de la mañana, que ofrecen la habitual dosis de victimismo, acompañada de afirmaciones como que estamos ante una intervención encubierta de la autonomía o de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Las habituales explicaciones pueriles del secesionismo, incapaz de afrontar de cara y con valor las situaciones difíciles y comprometidas. Normal: están acostumbrados a campar a sus anchas sin que nadie les contradiga. Y en cuanto alguien se les opone, el llanto es la solución. Nunca se asumen las consecuencias.
La cuestión real, la que de verdad subyace en todo este tema, la señalé en mi anterior entrada: Se trata de «medidas normales de protección de un Estado frente a pretensiones ilícitas que buscan su destrucción«. O sea: ¿QUÉ ESPERABAN QUE HICIERA EL GOBIERNO FRENTE A UN DESAFÍO DE SECESIÓN? ¿No preveían que se adoptaran medidas? ¿Creían que el Gobierno se quedaría cruzado de brazos? ¿NO PREVEÍAN ALGÚN TIPO DE REACCIÓN? ¿Con qué clase de escenario trabajaban los proponentes de la secesión? ¿Que encima les felicitaran? ¿Que Obama, Merkel, Cameron, Hollande y demás les enviaran un telegrama reconociendo la secesión? [Por cierto, ¿alguien sabe si la carta comunicando la «desconexión» ha llegado a Bruselas? El separatismo es olvidadizo, por eso lo pregunto]
De repente, el secesionismo, y Artur Mas el primero, ha quedado desnudo frente a sí mismo: carece de fuerza y de legitimidad suficiente. Si el órdago secesionista fuera de verdad el maremágnum que existiría ahora mismo sería de una tensión indescriptible. Pero la secesión carece de fuerza y, aun así, quiso ir de farol, amagando una secesión de mentirijillas, incapaz de aguantar un simple recurso al TC. Recurso que, además, en lugar de ser desacatado o desobedecido en cuanto a la suspensión, se legitima al acordar que se comparezca para efectuar las correspondientes alegaciones. ¿Qué van a hacer los Abogados de la Generalitat? ¿Escribir en el recurso que «no reconocen la legitimidad del TC»? ¿Y entonces para qué comparecen? ¿O defenderán la resolución, con lo que están reconociendo esa legitimidad y, por ende, que si el TC declara su nulidad la secesión es ilegal e ilegítima?
Ir de farol puede salir bien o resultar una temeridad. Ha sido el segundo caso. Y la reacción de Artur Mas ha sido la habitual: el victimismo. Hay que ser muy cínico para que quien actúa manifiestamente contra el 52,2% de los electores que no votaron a Junts pel Sí y la CUP diga ahora que Montoro actúa contra «toda» Cataluña. Él ha sido el primero en actuar contra los catalanes. Bueno, hoy ese 52,2% somos catalanes para Mas. Cuando no le interesa, nos ignora. Cuando actúa (la causa) va de farol. Cuando llegan reacciones (las consecuencias) se hace la víctima. Nada nuevo.
Acabo y cambio de tema: los que seguís el blog, ya sabéis que durante bastante tiempo escribí artículos de enfoque jurídico teórico y práctico, respecto de los que admitía que podía opinarse de forma distinta. Cada vez lo pienso menos, ya que voy encontrando artículos firmados por juristas de sólida formación que exponen criterios que recogen o resumen los mismos conceptos que en su momento señalé. Hoy se publica en EL PAIS el artículo titulado «Inconsistencias de la desconexión«, en el que entre otras duras observaciones leemos cosas como:
«Quienes comparan a los catalanes con esclavos que necesitan ser liberados han perdido el norte moral, o no han viajado por el mundo.«
«El argumentario jurídico que los expertos oficiales han desarrollado en los últimos años contiene tesis verdaderamente sorprendentes. (…) todas las normas que regulan los procedimientos democráticos que deben seguirse para reformar el Derecho vigente carecen de fuerza alguna. La Constitución se convierte en “plastilina” jurídica.«
«La resolución del Parlament es taxativa cuando dispone que, a partir de ahora, el gobierno de Cataluña únicamente debe cumplir las normas emanadas del Parlament, con exclusión de las estatales (y se supone que también de las europeas) y ordena que no se obedezcan las resoluciones del Tribunal Constitucional. Que todavía haya juristas dispuestos a sostener que todo esto es legal, “si se interpreta adecuadamente”, dice mucho sobre la degradación intelectual a la que hemos llegado.«
«Resulta llamativo que quienes juzgan inaceptable, por autoritario y represivo, la utilización del artículo 155 de la Constitución española contra la Generalitat, consideren posible que la Unión Europea recurra al artículo 7 del Tratado frente al gobierno español.«
«…la realidad es que, de momento, el movimiento secesionista no ha superado con éxito el primer test democrático que supusieron las elecciones del pasado 27 de septiembre.«
«Lo que no es legítimo es quebrantar un orden constitucional plenamente democrático para alcanzar un objetivo que carece del respaldo de una mayoría clara y estable de la ciudadanía. Resulta desolador tener que recordar hoy en Cataluña algo tan evidente en esta Europa del siglo XXI.«
BRUTAL artículo de Víctor Ferreres, Enric Fossas y Alejandro Saiz, en que reconoceréis cosas que hace tiempo ya he escrito. No, no soy tan vanidoso como para creer que su artículo se basa en este blog. Lo que creo es que lo que ha sucedido y está sucediendo en Cataluña es de una gravedad tan clamorosa, de una evidencia antidemocrática tan indiscutible, que causa asombro que haya tanta gente dispuesta a ignorarlo. Lo normal es que se escriban artículos como el citado. Y por cierto, las cosas van muy mal para el secesionismo cuando Antoni Bassas escribe un artículo afirmando que están perdiendo el relato.
¡Qué duro es ser letrado de un Parlament de zumbados! Ya han redactado las alegaciones. Sin sorpresas. Naturaleza política y derecho a la participación política. Habría estado bien lo de no reconocer la legitimidad del TC. Sería una novedad.