Pues bueno, una vez releído el hilo de Graupera me reafirmo en lo que dije en la entrada anterior: bullshit XXL…

Y es que admitiendo su forzada descripción de España en plan Leviatán aniquilador de diferencias, que ya es mucho flipar, Graupera propone como respuesta la solución del mal árbitro: es decir, un segundo ‘error compensador’, en forma de Estado-Nación, con su consiguiente nueva configuración de un supremacismo étnico-identitaria. Obviamente, la neutralidad del árbitro es sólo una triste ilusión suya. Lo que habría en todo caso serían dos fallos: uno detrás del otro…

Por cierto, Lliure, o también Rai… Dejadnos un comentario… Cómo lo veis, que sensación os está dejando el tema Torra y alrededores…

No lo digo con sarcasmo, ni para comprometernos, que os respeto a ambos. Es por tener un imput del otro lado que pueda templar el nuestro o ponerlo en perspectiva…

El articulo de artículo de JG Domínguez viene a reincidir en lo que comentábamos en el post anterior, algo que también evidenciaron todos los grupos de la oposición en la investidura. ¿Es tan difícil de entender señores independentistas, que uno tiene derecho a ser un racista supremacista declarado y orgulloso, pero que eso te deberia te inhabilitar para para ser el president de Cataluña? Aquí dejo otro ejemplo de fanatico intentando limpiar la imagen de Torra, atender a la comparación, y al detalle de que todos los adjetivos despectivos los pone el de su cosecha

La CUP es de izquierdas, la CUP es de izquierdas… Leo el texto de Guillen Martínez y habla de ellos como si fueran de izquierdas. Leo al otro y al otro y hablan de que la CUP es de izquierdas. Talegón y Cotarelo, obviamente, hablan desde el púlpito de la izquierda. Incluso Esquerra se autodenomina de izquierda. Los comunes y Podemos, de izquierda. El PSOE, de izquierda. Bildu y demás integristas carlistas, de izquierda. La mitad de los antieuropeístas, y los antiglobalización, Bernie Sanders, Melenchon, ya puestos fomentando el voto a Le Pen, todos de izquierda. Los sindicatos catalanes que apoyan al nacionalismo, rojos, claro… ¿Alguien puede, por favor, y lo digo sin cachondeo, definirme qué significa izquierda? Porque yo tengo una idea que según la veo contrastada con los que se autodefinen como izquierda no tiene nada que ver. Ni os digo ya con la true left.
Aparte de un compendio de gente que tiene por seguro que son mejores personas que los demás, ¿en 2018 qué es? Porque yo pienso en un estado democrático, social y de derecho, donde haya políticas públicas que permitan una redistribución de la riqueza a la vez que un dinamismo en ciencia e innovación y empresa, y donde todos cumplan esas leyes, especialmente los podridos y los más ricos. Pero otros, nuestros true left ibéricos, presumen de un guerracivilusmo que me ponen los pelos de punta. Para mí la izquierda tenía un himno, la internacional, que consiste en la hermandad de todas las gentes, mientras que nuestros nacionalistas más recalcitrantes pueden ser lo más parecido a un ultra, o defenderlo, o apoyarlo, y a la siguiente frase decir que son de izquierda. No sé. ¿La CUP es de izquierda mientras su máxima aspiración es el nacionalismo insolidario, apoyando por años las leyes más reaccionarias, apoyando a un presidente abiertamente racista, porque se autodenominan eso?
Sinceramente, yo no sé qué es la izquierda. ¿Alguien me lo aclara? Sí tengo claro lo primero que dije. Gente que vive muy cómoda creyéndose mejores personas. Lo sé muy bien. Yo siempre he sido de izquierdas.

Buenos días.
Un paseito matutino por Vilaweb deja un par de pinceladas de cómo se vive la «trepidante» actualidad del prusés en las filas secesionistas:

– Campaña de blanqueo del Molt Honorable supremacista:
https://www.vilaweb.cat/noticies/quan-lindependentisme-cau-al-parany-i-no-se-nadona/
Cardús es fabuloso, y se crece en la adversidad. Podría alguien (incauto) pensar, leyendo el título, que va a hacer autocrítica de la decisión de Puigdemont de designar a Torra. Nada de eso. Lo que pasa es que los incultos españoles no estamos acostumbrados a tener un intelectual de verdad al frente de una institución. Todos los políticos (de los demás partidos) son unos fríos y calculadores profesionales de la ocultación, no como Torra, espíritu libre. La peor, la lideresa de la oposición, claro: «no trobareu pas cap article d’Arrimadas per a fer-li cap retret perquè no n’ha escrit. Tot és càlcul.»
No sigo, ¿para qué? recibe de la misma medicina hasta Domenech.
Podéis ahorraros la lectura (y la acidez de estómago asociada).

– Albricias por la decisión belga, prueba del nueve de la incompetencia de la justicia española:
https://www.vilaweb.cat/noticies/llarena-ha-demostrat-que-es-un-incompetent-editorial-vicent-partal/
Pues mira tú por donde, esta vez creo que, quitando las exageraciones/generalizaciones habituales, en el fondo no estoy en desacuerdo con Partal. Me explico: lo que he leído de Llarena me hace pensar que es una persona que se expresa con claridad y con argumentos racionales. Pero que sepa su oficio no es garantía de que domine por igual TODAS las sutilezas de este endiablado asunto; y la huída al extranjero y diáspora de procesados, me temo que incorpora unas variables que es posible no se hayan atendido con el mismo celo. Mi duda es si el Supremo no podría haber recabado la ayuda de expertos en derecho internacional (alguna habrá, digo yo en toda la administración de justicia) para apoyar al instructor. El objetivo era claro: intentar desactivar los cabos sueltos a los que con mucha probabilidad se agarrarían los tribunales extranjeros para evitarse el «marrón» de entregar a unos supuestos delincuentes que a ellos (Bélgica o Alemania, como estados) no les habían hecho nada, y que se jugaban penas de cárcel gravísimas. Entiendo que para un acusado de asesinato, una eurorden debe funcionar con razonable agilidad y automatismo… pero para algo tan complejo como esto, la cooperación entre justicias se cruza con la diplomacia internacional, con los conflictos territoriales propios, con las posibles lecturas diversas de unos hechos lejanos en cada opinión pública, e incluso con la distancia emocional de los jueces que tienen que resolver asuntos que ni les van ni les vienen…

Però que molt a la merda.
https://www.elespanol.com/espana/20180517/quim-torra-juro-defender-bandera-excluido-posesion/307969632_0.html

Uno de los mantras históricos que repite el separatismo, desde hace mucho tiempo, es el de el presidente número X (el 131 para Torra) de la Generalitat. Hasta cierta prensa del resto de España lo repite como loritos. Es una “cita falsa” histórica de campeonato. Nada tiene que ver la antigua Diputación del General con la Generalitat republicana o la surgida de la Constitución del 78 (que, en este caso, si podría ser, más o menos, una continuación de la republicana).
Es como si dijésemos que Rajoy es el presidente del Gobierno número X y nos inventamos una lista con, por poner ejemplos, el Cardenal Cisneros, el duque de Lerma o el Conde-Duque de Olivares.
DC publica una entrada en la que se explica el “conceto”.

https://www.dolcacatalunya.com/2018/05/que-no-racistorra-que-no-eres-el-president-131-de-la-gene/

Añadir que generalitats era como se conocían los impuestos que recaudaba la Diputación. Cuando Abril del 31 se negocia con Macià, salíó el nombre de la antigua institución, pero como lo de Diputación les sonaba centralista, se adoptó lo de Generalitat. Y por cierto, la mayoría de sus atribuciones recaudatorias que tenía la Diputación, le fueron concedidas por la denostada dinastía castellana de los Trastamara.