Lecturas de domingo

Seguir con la miniserie de la colecta de vacaciones me iba a llevar demasiado tiempo y esfuerzo para no gran cosa, salvo para mostrar que los «intelectuales» del ‘Procés’ son igual de ignorantes que cualquier otro y que, además, se meten a abogados de secano, reduplicando su ignorancia, así que de momento lo dejo aparcado. Una lástima, porque hubiéramos podido comentar las razones jurídicas y prácticas por las que la Abogacía del Estado no pidió la suspensión de cargos (art.92.4 LOTC) con el incidente de ejecución de Sentencia (ay, Partal, esas fuentes) o la razón por la que, al impugnar el Acuerdo de la Mesa del Parlament por el que se admitía a trámite la Ley del Butifarréndum, la Abogacía del Estado tampoco pidió, al amparo del art.161 de la Constitución, la suspensión de ese Acuerdo (aquí, el amigo Graupera especulaba con unas razones que su ignorancia jurídica le impide siquiera sospechar; no es muy largo de desarrollar y tiene una lógica bastante sólida. Lamento dejaros con el «suspense», pero si acaso ya lo desvelaré en comentarios de forma simple).

La cuestión: recopilemos algunos artículos de domingo.

El primero, este de Manuel Cruz en ElConfidencial, titulado: «Lo que nos dirán«. Tras leerlo, diría que anoche me habían plantado un micrófono en la mesa. Frases como «…la presión de la muchedumbre convertida en criterio indiscutible de bondad y de verdad …«; estas otras «…la coartada que probablemente se nos presentará a los ciudadanos de Cataluña si, finalmente, no puede tener lugar ni siquiera un simulacro de referéndum. Se nos dirá algo parecido a esto: los independentistas, en realidad, nunca confiaron en alcanzar en este momento sus objetivos…«; y, por descontado, esta otra que casi, casi, pronuncié literalmente: «Porque la única cosa que les anuncié que me creo en condiciones de anticipar es una convicción bien simple: esto no se va a acabar nunca«.

El segundo, este de Bernat Dedéu en ElNacional, titulado «Soc un home anunci«. Intelectualmente, carece de interés, como casi todo en el ‘Procés’ (lo cual, a la vez, es motivo de su gran éxito: apelar a la emocionalidad y reducir al mínimo la reflexión garantiza un seguimiento masivo frente al pensamiento, el discurso crítico -sea cual sea su orientación- y la solidez argumental, que son mucho más difíciles de conseguir). Todavía me revuelvo de la risa con su glosa al anuncio del ferrocarril del referéndum: «…un tren invisible (que en teoria som tots nosaltres) s’aparta del seu trajecte habitual i rectilini vers una corba desconeguda i apassionant…«. El abuso de adjetivos, símiles y metáforas es uno de los signos identificativos del Prusés, como decía, derivado de la renuncia -consciente- a dotar el asunto de reflexión. Pero, claro, Bernat Dedéu, que me ofrezcas en bandeja reírme porque, como sabemos, el «tren invisible» toma una vía muerta (magnífica investigación: «El cartel del referéndum separatista conduce a una vía muerta en una estación franquista»), es de premio.

El tercero, volviendo a algo de mayor interés, enlaza en cierto sentido con el primero. Lo leemos en EL PAÍS: «Un referéndum en Cataluña sí, pero así no«. Lo de un hipotético referéndum ya fue objeto de estudio y comentario del blog hace años, en un grado de profundidad que, modestia aparte (y sin modestia, que a partir de los 40 la falsa modestia es eso, falsa), resulta muy difícil de encontrar en un ámbito que no sea el estrictamente académico. Bien. Pongamos que, tras la superación de innumerables requisitos y condiciones, y no una Ley de tres al cuarto, se celebrase un referéndum. Y pongamos que vence la opción partidaria de que Cataluña continúe siendo integrante de España. ¿Alguien duda de que, automáticamente, saldría el Junqueras de turno diciendo: «Hemos perdido, pero lo volveremos a intentar?». En las condiciones actuales -y quien dice actuales, dice a corto plazo- daría lo mismo, incluso, que se estableciera -por fantasear, nada se pierde- un plazo de quince o veinte años para poder repetir referéndum. Al cabo de dos años tendríamos a los agitadores subvencionados diciendo y escribiendo que «el pacto está roto» o simplonerías del mismo estilo para exigir un nuevo referéndum. Me juego el blog a que sería así.

Da igual lo que se diga, piense o haga. A corto plazo -entiéndase por corto seis meses, dos años o cuatro, esto va a gusto de cada uno- «esto no se va a acabar nunca«.

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killerman

Es muy cierto, y me hace plantear un problema. ¿Y si realmente, tal y cómo dicen los separatistas y grupos antisistema, la Transición tuvo fallos garrafales? ¿Hay que proponer una enmienda a la Constitución para garantizar un mayor grado de estabilidad política y social? El resto de países del entorno (pienso en Francia, Italia o Alemania) tienen sus constituciones y sus separatistas, pero no hay ni de lejos el mismo problema que tenemos aquí. En el País Vasco, ¿se ha enquistado el problema? ¿Lleva Cataluña el camino de convertirse en una Euskalerría 2.0 por obra y gracia del maridaje de CiU (o sus encarnaciones) y CUP (o similares)? ¿Qué lleva a que una minoría importante de la población no valore en absoluto la importancia del Estado de Derecho y les lleve a comportarse en política como miembros de una secta?

Zitron37

Hubo un artículo hace unos años sobre cómo los intelectuales orgánicos del prusés, cual clérigos, presentan a Cataluña como si fuera una religión, algo absoluto a lo que hay que proteger y defender de tanta blasfemia o ultraje. A veces pienso que una solución pasa por reclamar el laicismo, entendido como aceptación de que hay varias religiones posibles, y que el estado no tiene a Cataluña como su religión oficial. Conllevancia, más que victoria, porque ciertamente llevamos de una manera u otra más de un siglo en esto y como decís, quién sabe cuánto seguiremos.

Alex

Movido de anterior entrada:
Te entiendo Lliure. Y creo que tienes parte de razón… Sin embargo, en este caso, y por lo que a mí respecta, estaba sencillamente tratando de hablar del tema de la ‘internacionalización’ a raíz de la proclamada ‘represión’ del Estado. Y lo estaba haciendo según tú guión. He presentado mi opinión, centrándome en los ejemplos que me has dado, y he llegado a una conclusión provisional que puedes compartir, o no. No hay más historia. Ni he negado los ecos (hasta el punto de que me he ofrecido a incluir el importante paso Colau en la carpeta ‘reacciones’, amén de mencionar el tema Escocia en cuanto me he enterado) ni he pretendido cerrar el debate como si se tratase de una chorrada sin recorrido. Ahora, también he señalado los casos de Juncker y Nauert y los he situado, no sólo como contraejemplos
de apoyo al referéndum , sino como ilustración del permanente ejercicio de tergiversación que me parece en gran medida el proceso. Podría no haberlo hecho, y darte la razón como a los locos, pero no creo que sea eso lo que tú esperas…

Respecto a la ‘represión’, que es la causa del tema ‘ecos’ y, por consiguiente, aquello sobre lo que realmente hablábamos, tomando como excusa el efecto, hay un problema que me temo es ya irreductible: tú la das por hecha, y yo no. Tengo algunas razones para no considerar la acción del Estado español (y abro paréntesis: esto no significa ni que apoye de forma militante la vía emprendida por el gobierno del PP: yo, de hecho, hubiese preferido otra estrategia menos aparatosa… ni que me niegue a reconocer aquellas medidas, dentro del gran pack de acciones destinadas a evitar el referéndum, que pudiesen contravenir leyes o pisotear a la peña) en el mismo sentido represivo que tú la consideras…

– Una primera, digamos, ‘ontológica’, que parte de la consideración a priori de que la represión niega derechos, cuando aquí lo que se pretende es restablecer precisamente los derechos que el govern catalán se pasó por el arco el otro día en el Parlament. Entiendo que tú no lo veas así porque supongo que crees en el derecho a la autodeterminación de Cat, y seguramente lo consideras un universal que está por encima de toda Constitución… pero admitirás, después de años de argumentar mi posición, que yo no lo vea así. Por lo demás, esta razón no es un cheque en blanco para la posteridad: se desvanecería si yo llegase a constatar que, más allá de evitar en este momento concreto el referéndum, se trata de liquidar una opción política o silenciar a la ciudadanía independentista per secula. Por ahora me decanto por pensar que, más que la implantación de una dictadura a la turca, estamos asistiendo a un espectáculo narrativo donde cada uno exhibe sus bazas…

– Lo que me lleva a la segunda razón: la ‘existencial’. La misma distancia fenomenológica que separa un show de televisión en el que se escenifica violencia, de la violencia real, es la que separa está ‘represión’ figurada de una ‘represión’ real. Aquí no hay debates que valgan. Igual que la sed reclama agua y el hambre comida, la represión busca aflojar la cuerda que le oprime. Sin embargo, aquí el ‘oprimido’ provoca, celebra, se jacta, hace chistes, y literalmente baila la conga de Jalisco delante de la policía, mientras por detras mueve sus hilos de poder para fomentar el mismo régimen de adhesión que el Estado en los no-convencidos… No es represión. Al menos no todavía. Igual que no se trata de conculcar la libertad de expresión, así con carácter general: es una batalla táctica por el relato alrededor del objeto fetiche referéndum. Cuando sea otra cosa, lo sentiremos de verdad…

Para terminar una última cosa: mi tono jocoso despectivo con el prusés y el secesionismo en general. Que sepas Lliure que entiendo y acepto tu incomodidad. Tengo dos explicaciones que espero que te sirvan para disculparme, si cabe, este tono muchas veces irrespetuoso con algo importante para ti…

La primera es que para mí este blog es también una catarsis, una terapia, porque vivo en un entorno en general tan decantado, machacón, endogámico, arrogante y autoconvencido, que si en lugar de echarme las risas aquí lo hiciese en la calle, en cada conversación de las miles por no decir millones en las que en los últimos cinco años he detectado ese absurdo narcisismo nacionalista, entre eufórico-utopista y étnicista despendolado, erre que erre dialécticamente enfrentado a España y a todo lo que remotamente significa, en resumen ese hooligamismo del que hablabas, hubiese tenido serios problemas. Y te lo digo como lo siento…

La segunda explicación es que creo que estáis equivocados. Que es nacionalismo. Que no es justo ni legítimo. Y qué ningún nacionalismo español, que obviamente existe, lo justifica. Esto en sí mismo, el hecho de equivocarse digo, no sería excusa para burlarse… bastaría con que diese mis razones para tratar de convencer de lo que creo razonable. Pero es que mi burla es claramente reactiva… hola bastarda, por así decirlo, del ‘gelat de postre cada día’, de esa superinflacción sentimental, de tintes claramente supremacistas, que ha convertido a auténticos patanes y jetas a los que conozco de hace mil años, y a los que nunca he visto hacer nada por nadie que no fuesen ellos mismos, en tipos convencidos de ser una mezcla de Ghandi, Nelson Mandela y la madre Teresa de Calcuta, por el mero hecho de participar en la fiesta. En fin, que me río por no llorar…

Dicho esto, sigo teniendo amigos independentistas, incluyéndote en cierto modo a ti entre ellos, y sigo creyendo que hay un enfoque legítimo para el soberanismo. Como no. Es decir, que aunque la situación me haya avinagrado un tanto, y vuelto más veces de las que me gustaría injusto y desdeñoso, como decía Samuel La Jackson en Pulp Fiction, me esfuerzo cada día. Dios sabe que me esfuerzo…

Espero que te sirva de algo la explicación…

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Perdona Javier pero se me ha quedado una respuesta a Lliure en el otro post… Era sólo para comentárselo, si entra. Me daba pena que se quedase en el limbo porque es una buena parrafada. Y se merecía, creo…

Más adelante ya me pongo al día con la entrada, que parece jugosa.

Quirze de Montpalau

Molt important anar deixant clar que parlar de referèndum no és equidistància.
Des del moment que s’accepta el referèndum d’autodeterminació, s’accepta la hipotètica nació catalana com a subjecte de dret i, per tant, ja han guanyat la primera batalla.
A més, com bé dius, no es tardarà a tornar a demanar un nou referèndum i així, fins que surti el que ha de surtir.
Però, a més a més, és mentida que el referèndum sigui una forma equidistant de resoldre un conflicte enquistat. Si fos així, i deixant de banda moltes altres qüestions (molt ben explicades en altres entrades d’aquest blog), el resultat hauria de ser o secessió o quedar la situació actual. Però no, i aquí està la trampa, si guanya la secessió, secessió, però si no guanya què passa?
Veiem que diu un dels gurús de l’equidistància (que per cert la dissimula prou bé) Manuel Castells, el dissabte passat a La Vanguardia:

«Si se siguiera el ejemplo de países verdaderamente democráticos como el Reino Unido con Escocia o Canadá con Quebec, el independentismo perdería el referéndum y a partir de ahí habría una negociación razonable para una mayor autonomía para la nación(alidad) más dinámica del Estado español.»

Queda clar, si guanya secessió, secessió, però si perd, renegociar més autonomía. Més o menys com les tómboles d’abans, «siempre toca, si no un pito, una pelota».

(no entro en altres consideracions sobre el, per mi, lamentable article d’un intelectual que, també per mi, ha perdut tot el prestigi que havia tingut -ja en va perdre força quan va recolzar a en Trias per l’ajuntament de Barcelona-).

Per tant, crec que van quedant clares les avantatges del referèndum (pels separatistes, és clar):

– Reconeixement de la nació com a subjecte de dret.
– Simplificació de la complexitat de la societat actual en alternatives binàries.
– Si guanyo, he guanyat,
– Si perdo, tornem-ho a provar fins que guanyi,
– Mentre vagi perdent, vaig re-negociant, sempre cap amunt, les competències pròpies.

Quedar clar, defensar això és defensar l’equidistància, o no?

Quirze de Montpalau

Un altre exemple de les virtuts de les opcions binàries en contra de les farragoses solucions paccionades. També llegit a La Vanguardia, el 12 de setembre:

«Una amarga lección democrática
Estaba establecido en el instituto de Santa Margarida i els Monjos que los estudiantes de bachillerato escogieran el destino de su viaje de fin de curso. La única condición era que la opción final debía obtener la mayoría de al menos el 60% de la clase. Aquel curso las preferencias de los estudiantes estaban divididas entre Mallorca e Italia. El profesor de filosofía, David Inglada, explicó que dada la correlación de fuerzas podían resolver el asunto eligiendo entre dos prácticas democráticas distintas. Si optaban por la democracia deliberativa que busca llegar a acuerdos entre todos a base de renunciar a posiciones de partida –y repartió textos de Hannah Arendt o Jürgen Habermas–, significaba que debían acordar un destino distinto a sus preferencias iniciales. Si, por el contrario, escogían el modelo agonístico –y leyeron a Carl Schmidt, Ernesto Laclau y Chantal
Mouffe–, que implica el reconocimiento de la imposibilidad de consenso sin exclusión y por tanto busca la hegemonía, manteniendo las posiciones de entrada, la minoría, aunque fuera por pocos votos, debía aceptar el resultado. ¿Qué sucedió? Eligieron no consensuar y se arriesgaron a ganar por mayoría. Votaron: 21 contra 19. Ni Mallorca ni Italia. Se quedaron en casa.»

Queda clar, el blanc o negre és la solució als problemes complexos.

papitufo

Suscribiendo al 100% lo que comentan Javier, Álex y Quirze (os explicáis bastante mejor que yo), me gustaría que alguien me aclarara en qué consiste un ingrediente que sale en todas las salsas (charlas): el nacionalismo español.

Tengo muy claro cuál es el objetivo del nacionalismo catalán, gallego o vasco, pero desconozco cuál es el objetivo de ese nacionalismo español que los equidistantes suelen nombrar como la otra parte de la balanza que cuasi-equilibra los supuestos males del nacionalismo catalán, gallego o vasco.¿Que en Cataluña no se hable catalán?¿Que en el País Vasco no se baile el aurresku…?¿Que por narices haya que colgar una bandera española del balcón cada vez que gane la selección?

Vale, no vamos a negar que en España existe una extrema derecha a la que le gustaría hacer tabla rasa, pero creo que la representatividad de esa opción política es mínima. La trampa habitual es camuflarla dentro del PP (que sus votos «prácticos» procedentes de la extrema dercha tendrá), pero sin aclarar mucho el tema, así se consigue dar una imagen del PP de derecha tirando a extrema-derecha. Y es un planteamiento que no comparto.

En una conversación sobre el TIL de Baleares (recuerdo, instaurar enseñanza triligüe catalán-castellano-inglés al 33%), alguien dijo «lo que me molesta es que Bauzá quiera acabar con el catalán». Y las movilizaciones contra el Govern balear de entonces se organizaron precisamente por querer normalizar el castellano en Baleares, junto con el catalán y el inglés. ¿Es eso ir en contra del catalán?

Al ministro Wert se le puso a caer de un burro por su famosa frase «españolizar a los niños catalanes», mediante la que quería decir que los niños catalanes debían aprender que tienen un tronco común con el resto de españoles, no que tenían que tatuarse el Cristo de la Legión y salir a cantar el «Cara al sol» en el patio.

Y ya en Cataluña, amparar a las familias que desean escolarizar a sus hijos en castellano, ¿es ir contra el catalán? ¿Acaso todo aquel que quiera que sus hijos se eduquen en catalán no podría hacerlo si estuviera garantizado el derecho a escolarizar en castellano? No, lo que ocurre es que escolarizar en castellano es considerado por el nacionalismo contraproducente en su tarea de «eixamplar la base» y facilitar el objetivo final: la independencia.

En definitiva, que me enrollo, ¿en qué consiste el nacionalismo español?

Alex

Por cierto, han detenido a un chaval de las CUP. Las versiones difieren, claro. No tengo ni la menor idea de lo que ha pasado por me ha llamado la atención la explicación de Marta Rovira, concejal de la CUP en Barna: ‘detenido por defender un derecho tan básico como votar el 1O’. Un derecho ‘básico’, ha dicho… Básico. Como respirar…

Con este nivel de simplificación es francamente imposible.

Abraham Benyosef

Aun con ser una evidente mejora respecto a anteriores artículos del FT, esta pieza se traga el cuento del Estatuto del 2006, diciendo que fue derogado por el TC. ¡Nada más falso! El TC derogó algunos artículos que de manera muy argumentable resultaban incompatibles con la Constitución. Si se le pregunta al independentista medio cuáles son los derechos que perdió por la sentencia del TC se queda en blanco (lo he comprobado innúmeras veces. Después corren a Google y me mandan encendidos whatsaps).

Cualquier análisis del Estatut que no remarque que ni siquiera fue a votarlo el 50% de la población es asimismo sesgado.

papitufo

Voy adelantando un enlace que, aunque no tiene que ver con el tema (perdón), seguro que Viure pondría en cuanto lo lea:

«España lidera el ranking de países que han pagado más multas por incumplir la normativa comunitaria».
http://www.elmundo.es/economia/2017/09/18/59bc0e1a22601df32e8b4613.html

Raúl

Esto se ha convertido en una lucha donde hay 2 factores clave:
1. La imagen de la calle. Ganan los separatistas, por 2 razones:
1.1. Los no separatistas no nos movilizamos por algo que ya tenemos.
1.2. Lo no separatistas somos llamados falangistas, fachas, antidemócratas y subditos si nos movilizamos (oigase a Romeva, Turull y Puigdemon).

2. La visión de esa movilización en la calle. Ganan los separatistas, ya que mienten a mansalva retorciendo y mostrando la realidad como mejor les conviene.
2.1 Los atentados fueron un buen ejemplo. Se pasó de quejarse que no se tenían competencias básicas a argumentar que estamos tan bien preparados que, de hecho, ya somos independientes.
1.3 Las manifas de separatistas, si reunen a más de 100, entonces no reunen a menos de 1.000.000, independientemente del espacio que ocupen.

De chiste… pero cuela en la mente de gente rematadamente sencilla que NO SE PREGUNTA NADA, y es la mayoría de la gente.

Hasta que en el gobierno no se enteren de que esto va de marketing, esto no mejorará. Y no hablo de engañar a la gente, hablo de desengañar a la gente.

En fin, muchas gracias a todos por vuestros intetesantes comentarios, y a Javier por este espacio.

papitufo

Patético

comment image

Luigi II

«Las cinco mentiras más gordas de la campaña del no» https://www.vilaweb.cat/noticies/les-cinc-mentides-mes-grans-de-la-campanya-del-no/
Hombre, yo creo que la mentira más gorda es el titular de vilaweb, porque no he visto ni por asomo una «campaña del no»

Alex

Hay que regarlo…

Alex

Yo voy con este discípulo de Mao…
http://www.elperiodico.com/es/opinion/20170917/la-futura-catalunya-neoautonomica-6292105

#plasticidad creativa

papitufo

Esquizofrenia total. Acabo de ver a Puigdemont, en un mitin en Girona, quejándose de que el Gobierno central intervendrá la economía catalana sin haber consultado al Parlamento (lo que es cierto), para a continuación decir, en un tono exaltado, «Se están cargando sus propias leyes!!!».

Caradura no, lo siguiente.

marc sanz

https://www.bloomberg.com/amp/view/articles/2017-09-14/detoxifying-spain-s-separatist-debate

Me gusta casi todo lo que dice este artículo. Especialmente interesantes los últimos párrafos. Promover la movilidad profesional dentro de España como método de cohesión. Es una táctica a largo plazo, claro. Hay que tener voluntad y no ceder a chantajes separatistas a cbio de votos. Hay que tener visión de estado. Ahí está el problema.

ramses

Los otros catalanes

Somos “los otros” catalanes. ¡Bona gent!.
Los que no vamos a manifestaciones y nunca colocaremos ninguna bandera en el balcón. Somos tranquilos y pacíficos, amables y tolerantes, sufridores y trabajadores, discretos y respetuosos, y ante todo, amigos de nuestros amigos. Queremos tener salud, dinero, amor y trabajo, como todo el mundo. Creemos en el ser humano, en las personas, en la familia y en el esfuerzo personal y la solidaridad, y no en el clientelismo, el fanatismo, la donación y la subvención para conseguir las cosas. Amamos ante todo, la paz y la libertad, aborrecemos la corrupción, la violencia, el abuso de poder, la superioridad moral, la manipulación y la mentira. ¡Somos gente normal!. ¡Somos pueblo!.
También somos bilingües sin complejos, hacemos zapping sin problemas por todas las opciones, y la película de ayer ya no recordamos en que idioma la vimos (catalán o castellano). Nos gustan los deportes y animamos igualmente a Nadal, Ferrer, Gasol, al Barsa, al Español y a la Selección, y nos da igual si el gol lo mete un catalán o un manchego, mientras ganemos la Copa de Europa o el Mundial. Nos ponemos de pie tanto cuando escuchamos Els segadors como cuando oimos el himno de España, y por respeto a “todos” no pitamos nunca. Estamos bastante hartos del “procés” y del politiqueo en general por tanta mentira interesada. Votamos al menos malo o por descarte. Aborrecemos a los xenófobos, a quienes fomentan las fobias entre personas sean del color que sean, o entre territorios, para ganar cuatro votos, para mantener la poltrona o el cargo funcionarial regalado y seguir llevándoselo calentito a cuenta de todos. Nosotros, humildemente, no discriminamos, no seleccionamos…
Sobran políticos (con los bolsillos llenos) que buscan problemas, hacen diagnosticos falsos y aplican después remedios interesados y equivocados. No creemos que la independencia sea la solución a todos nuestros problemas: no somos tan ingenuos, más bien la política de confrontación y sus lideres son parte del problema. ¿Por qué está todo tan crispado?. ¿No tendrían que trabajar todos para sacarnos de esta crisis, dejarse de historias y no confrontarnos unos contra otros?. ¿Por qué ahora hay buenos y malos?. ¿Por qué ahora vamos a ser ciudadanos de segunda o súbditos?. Creo que muchos pensamos así, pero no se nos ve ni se nos oye: somos «LOS OTROS» y, aunque saben que estamos, nos ignoran por no pensar como ellos. Y hasta ahora hemos estado callados porque hemos tenido miedo al “uno” supremacista, al excluyente, al que dice que Catalunya es “seva”…, al superior, al acosador, al que señala… A los que dicen que las cosas nacen del pueblo, pero tienen organizaciones paragubernamentales (ANC, Omnium, etc.) bien regadas con subvenciones millonarias, y medios de comunicación afines que acosan, silencian y menosprecian a espanyolets, botiflers, y cualquiera que ose cuestionar sus dogmas identitarios, su lengua y su pureza…
Se llenan la boca de “compartir”, pero de compartir poco… “Catalunya, una, grande (superior moralmente) y libre”… ¡A que os suena!. Ellos, y sobre todo ellos, son quienes tienen la tierra, la empresa, el barco, la segunda residencia, el dinero en Andorra, los puestos en las Administraciones, el control completo y férreo de la enseñanza, multitud de empresas públicas paralelas, unos sueldos políticos de escándalo… y encima nos llaman colonos, cuando es el resto de España su colonia económica… Ellos son los señores en esta parte de la península ibérica… Y sobre todo son una cosa: ¡SON DEMOCRATAS!… durante cuarenta años han hecho lo que han querido, han ignorado la democracia… ¡Y AHORA QUIEREN MATARLA!…
¡PERO NO LES DEJAREMOS!. Por eso, tras el próximo fracaso anunciado del próximo “1 de Octubre”, habrá ¡nuevas elecciones autonómicas!. Informad a todos los que formamos parte de “LOS OTROS”, a vuestros conocidos, a los indecisos, a los que piensan que esto no va con ellos. Que de nuestro voto depende que Catalunya siga siendo feudo de unos cuantos que basan su discurso en el odio a los demás pueblos de España, adoctrinando en las escuelas a nuestros hijos en la miseria moral y el odio, y difundiendo propaganda y mentiras en TV3 y en los otros medios comprados con subvenciones pagadas con nuestro dinero. Exijamos que la buena gente constitucionalista, lo sea de verdad, por encima de los intereses de sus partidos. Vamos a intentar demostrar a quienes lideran “el procés” que en el mundo somos a la vez catalanes y españoles con mucho orgullo. Vamos a demostrar que no nos hemos creído la vil mentira de que “Espanya ens roba”; cuando los únicos que nos han estado robando son ellos: nuestros recursos, nuestro dinero, nuestro orgullo y nuestra dignidad, intentando hacernos sentir inferiores y de segunda. Para ellos, solo hay amigos o enemigos, para nosotros no: cada uno es como es con sus glorias y con sus miserias… con sus diferencias…
Vamos a decirle a ellos que esto no es Corea del Norte, ni Venezuela, ni un régimen totalitario, que se olviden ya de una vez de las constantes invocaciones a Franco… Y al mundo, que ya basta de muestras de odio, intransigencias, amenazas de sanciones y muertes civiles para quien no colabore o piense como ellos. Vamos a frenar esta aventura que solo nos ha traido y traerá más pobreza económica e intelectual y más crisis a pesar de que nos prometen el paraíso. Nosotros somos mucho más demócratas, más plurales, menos odiadores… Y sobre todo tenemos una cosa: tenemos corazón, un corazón que es y no es a la vez catalán y espanyol, que sufre porque no quiere elegir, porque no quiere partirse, porque en cada uno de nuestros corazones caben todos los sentimientos del mundo…
Porque amamos Catalunya, porque amamos España, porque como en el resto de Europa respetamos la ley, porque amamos la convivencia, porque respetamos la diferencia, porque queremos seguir siendo europeos, por la paz, por la concordia, por el respeto, por la AMISTAD… ¡¡¡VISCA CATALUNYA!!!.

Zitron37

Crec que estem confonent la guerra dels Segadors, als 1640, i que va terminar amb la unió amb França, amb l’imperi francès de Napoleó, que diria es va anexionar Cataluña al 1810, més o menys.